lunes, 28 de julio de 2014

PERSONA HUMANA, SOCIEDAD Y CULTURA. EDUCACION, INTRODUCCION A LA TOTALIDAD DE LO REAL

La razón primordial de que hay una educación dirigida a los jóvenes es que a través de ellos se reconstruye la sociedad.

La primera preocupación de una educación autentica y adecuada es educar el corazón del hombre tal como Dios lo ha hecho. La moral es continuar con la actitud en la que Dios crea al hombre frente a todas las cosas, en la relación original con ellas.

Es importante subrayar sobre todo los siguientes puntos:

1)      Para educar es necesario proponer adecuadamente el pasado. Sin el conocimiento del pasado, de la tradición, el joven al crecer se vuelve abstracto y complicado, o escéptico. Es la tradición conscientemente abrazada, lo que ofrece una mirada global sobre la realidad, una hipótesis de lo que significa, una imagen del destino. La tradición es como una hipótesis de trabajo con la que la naturaleza lanza al hombre a comparar todas las cosas.

2)      El pasado puede proponerse a los jóvenes si se presenta dentro de la vivencia de un presente que subraye su correspondencia con las exigencias ultimas de su corazón; es decir, dentro de una vivencia del presente que sepa dar razón de sí.

3)      La verdadera educación tiene que ser una educación en la crítica. La crítica consiste en dar razones de las cosas, no tiene necesariamente un sentido negativo. El joven mediante la crítica compara lo que le han dado la tradición y los educadores, con los deseos de su corazón. El criterio último para juzgar esta dentro de nosotros, de otro modo estaríamos alienados. El criterio último que esta en cada uno de nosotros es idéntico: es la exigencia de verdad, belleza, justicia, bien.

En una educación critica, el joven se alimenta del pasado a través de una vivencia del presente con la que se encuentra y que le propone ese pasado dándole sus razones; pero el debe tomar este pasado y estas razones, ponerlo todo delante de sus ojos, confrontarlo con su propio corazón y decir: “es verdad”, “no es verdad” o “lo dudo”.

Si falla alguno de estos tres factores: tradición, vivencia del presente y critica, el joven es una hoja frágil lejos de su rama, victima del viento dominante de su mutabilidad, victima de la opinión publica general que crea el poder real.

El objetivo es hacer auténticamente libres a los jóvenes: libres de la esclavitud mental, de la homologación que los vuelve mentalmente esclavos de los demás.






LA ONU Y LA GLOBALIZACION

Los términos “mundializacion” y “globalizacion” se utilizan para indicar que, en escala mundial, los intercambios se multiplicaron rápidamente, en los sectores científicos, técnicos y culturales. Esto se torno posible gracias a sistemas de comunicación más rápidos y eficaces. El mundo tiene a una mayor unidad.

UNIFICACIÓN POLÍTICA, INTEGRACIÓN ECONÓMICA

Por mundialización se entiende ahora, la tendencia que lleva a la organización de un único gobierno mundial. Se centra sobre la dimensión política de la unificación del mundo. Tal tendencia fue desarrollada por diversas corrientes estudiadas por los internacionalistas. Se pueden citar dos ejemplos. El primer modelo remonta al final de los años 60 y es de autoría de Zbigniew Brzezinski. Según esta visión, Estados Unidos debe reformular su tradicional mesianismo y asumir la conducción mundial. Deben organizar las sociedades políticas particulares tomando en cuenta una tipología que las clasifica en tres categorías según su grado de desarrollo. La mundializacion se define a partir de un proyecto hegemónico.

Al final de los años 80 surge otro proyecto, del cual Billy Brandt fue uno de los principales promotores. El Norte (desarrollado) y el Sur (en desarrollo) necesitan uno del otro, sus intereses son recíprocos. Buscaba iniciativas tomadas en el plano político, las que debían incidir prioritariamente sobre el sistema monetario, el desarme, el hambre. Según el “programa de supervivencia” del informe Brandt, era preciso crear un “mecanismo de vigilancia del alto nivel” que tendría por misión principal tornar a la ONU mas eficaz. El concepto de mundializacion en este caso no se vincula a un proyecto hegemónico, más bien se sitúa en la tradición de la “internacional socialista”. La soberanía de los Estados debería limitarse y colocarse bajo el control de un poder mundial si se quiere garantizar la supervivencia de la humanidad.

La globalización tiene más bien una connotación fundamentalmente económica. La mejora de las comunicaciones internacionales estimula a hablar de una integración de los agentes económicos a nivel mundial. Las diversas actividades económicas serian divididas entre los diferentes Estados o regiones. El trabajo seria dividido y en la cúspide del sistema de toma de decisiones, se encontrarían aquellos avocados a las tareas de producción tecnológica y de coordinación mundial. Dicha visión de la globalización es francamente liberal.

GLOBALIZACIÓN Y HOLISMO

La globalización es reinterpretada a la luz de una nueva visión del mundo y del lugar del hombre en el mundo. Esta nueva visión se denomina “holismo”. Esta palabra de origen griego, significa que el mundo  constituye un todo, dotado de más realidad y más valor que las partes que lo componen. En ese todo el surgimiento del hombre no es más que un avatar en la evolución de la materia. El destino inexorable del hombre es la muerte, desaparecer en la Madre-Tierra, de donde nació.

El gran todo, trasciende por lo tanto al hombre. Este debe doblarse a los imperativos de la ecología, a las conveniencias de la Naturaleza. La persona debe aceptar no ser más el centro del mundo.  La “Ley natural”  no es más aquella escrita en la inteligencia y en el corazón del hombre: es la ley implacable y violenta que la Naturaleza le impone. La vulgata ecológica presenta al hombre como un predador, y como toda población de predadores, la población humana debe ser contenida dentro de los limites de un desarrollo sustentable. La persona, por lo tanto, debe aceptar sacrificarse a los imperativos de la Madre-Tierra y a los imperativos de los tiempos venideros.

LA “CARTA DE LA TIERRA”

La ONU esta elaborando un documento sistematizando esa interpretación holística de la globalización: la Carta de la Tierra.

Algunos extractos: “Nos encontramos en un momento critico de la historia de la Tierra, el momento de escoger su destino…  Debemos unirnos para fundar una sociedad global durable, fundada en el respeto a la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y la cultura de la paz…  La humanidad es parte de un vasto universo evolutivo… El medio ambiente global, con sus recursos finitos, es una preocupación común a todos los pueblos. La protección de la vitalidad, de la diversidad y de la belleza de la Tierra es un deber sagrado… Nuestra opción es formar una sociedad global para cuidar de la Tierra y cuidarnos los unos a los otros o exponernos al riesgo de destruirnos a nosotros mismos y destruir la diversidad de vida…”

LAS RELIGIONES Y EL GLOBALISMO

Las religiones en general, y en especial la religión católica, figuran entre los obstáculos a neutralizar para consolidar la visión holística del globalismo. Con ese objetivo, se organizo dentro del marco de las celebraciones del milenio en Setiembre 2000, la Cumbre de líderes espirituales y religiosos. Se busca lanzar la “Iniciativa unida de las religiones” que tiene entre sus objetivos velar por la salud de la Tierra y de todos los seres vivos. Influenciado por la New Age, dicho proyecto apunta a la creación de una nueva religión mundial única, lo que implicaría la prohibición a todas las otras religiones de hacer proselitismo. Según la ONU, la globalización no debe envolver apenas las esferas de la política, de la economía, del derecho; debe envolver el alma global. El cardenal Harinas, representante de la Santa Sede, no acepto firmar el documento final, que colocaba a todas las religiones en un mismo pie de igualdad.

EL PACTO ECONÓMICO MUNDIAL

El Secretario de la ONU, Sr. Kofi Annan Polonia en su discurso de apertura al Forum del Milenio, la “adhesión a ciertos valores esenciales en loa ámbitos de las normas de trabajo, de  los derechos humanos y del medio ambiente”. El Secretario general garantizaba que de esa manera se reducirían los efectos negativos de la globalización. Para superar el abismo entre el Norte y el Sur, al ONU debería hacer un amplio llamado al sector privado. Se procuraba obtener la adhesión a ese pacto de un gran número de actores económicos y sociales: compañías, hombres de negocios, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil.

Dicho “Pacto Mundial” (Global Compact) seria una necesidad para regular los mercados mundiales, para ampliar el acceso a las tecnologías vitales, para distribuir la información y el saber, para divulgar los cuidados básicos en materia de salud, etc.

Suscita, sin embargo, grandes interrogantes. ¿Se podrá contar con las grandes compañías mundiales para resolver los problemas que ellas hubieran podido resolver hace mucho tiempo si lo hubiesen deseado? ¿Qué poder de intervención tendrán los gobiernos de los Estados soberanos para actuar en nombre de la justicia, en las cuestiones económicas, monetarias y sociales? A la luz de la precariedad financiera de la ONU, ¿no se corre el riesgo de que dicha organización sea victima de una tentativa de compra por parte de un consorcio de grandes compañías mundiales?

UN PROYECTO POLÍTICO SERVIDO POR EL DERECHO

Es en el plano político y jurídico que el proyecto de la globalización se hace más inquietante. En la medida en que la ONU, influenciada por la New Age, desarrolla una visión materialista, estrictamente evolucionista del hombre, desactiva la concepción realista que esta subyacente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Según esta visión materialista, el hombre pura materia, es incapaz de descubrir la verdad sobre sí mismo o sobre el sentido de su vida. Es reducido al agnosticismo de principio, al escepticismo y al relativismo moral.

La Declaración de 1948 presentaba la prodigiosa originalidad de fundar las nuevas relaciones internacionales en la extensión universal de los derechos humanos. Tal debería ser el fundamento de la paz y del desarrollo. El orden mundial debería ser edificado sobre verdades fundadoras reconocidas por todos, protegidas y promovidas progresivamente a través de la legislación de todos los Estados.

Hoy los derechos humanos no están más fundados en una verdad que se impone a todos y es por todos libremente reconocida: la igual dignidad de todos los hombres. De aquí en adelante los derechos humanos son el resultado de procedimientos consensuales.

Los “nuevos derechos humanos” según la ONU actual, surgirán a partir de procedimientos consensuales que pueden ser reactivados indefinidamente. No son más la expresión de una verdad inherente a la persona; son la expresión de la voluntad de aquellos que deciden. De aquí en adelante, mediante tal procedimiento, cualquier cosa podrá ser presentada como “nuevo derecho” de la persona: derecho a uniones sexuales diversas, al repudio, a los hogares monoparentales, a la eutanasia, a los programas eugenésicos, etc. Es por esta razón que en las asambleas internacionales organizadas por la ONU, los funcionarios se empeñan en llegar al consenso; una vez adquirido, el consenso es invocado para hacer que se adopten convenciones internacionales que adquieren fuerza de ley en los Estados que las ratifican.

UN SISTEMA DE DERECHO INTERNACIONAL POSITIVO

A través de sus convenciones o de sus tratados normativos, la ONU esta dispuesta a articular un sistema de derecho supra-estatal, puramente positivo. El objeto del Derecho no es mas la justicia sino la ley. Las normas de los derechos estatales no son va
Lidas si no son validadas por el derecho supra-estatal. El poder de la ONU se concentra de manera piramidal. Todos, individuos o Estados deben obedecer la norma fundamental surgida de la voluntad de aquellos que definen el derecho internacional. El derecho internacional puramente positivo, libre de toda referencia a la declaración de 1948, es el instrumento utilizado por la ONU para imponer al mundo la visión de la globalización que debería permitirle colocarse como superestado.


UN TRIBUNAL PENAL INTERNACIONAL

Al controlar el derecho, la ONU entroniza un sistema de pensamiento único; se constituye un tribunal tallado para su sed de poder. Así crímenes contra los “nuevos derechos humanos” (aborto, homosexualidad, eutanasia) podrían ser juzgados por la Corte penal Internacional, fundada en Roma en 1998.

LA “GOBERNANCIA” GLOBAL

Se esta frente a un proyecto que ambiciona legitimar y montar un gobierno mundial único, en el cual las agencias de la ONU podrían trasformarse en ministerios. Aseguran que es urgente crear un nuevo orden mundial, político y legal.
Las agencias de consultivas, pasarían a ser ejecutivas.
En otros casos serian necesarias nuevas instituciones; estas podrían incluir, por ejemplo una Política Mundial permanente que podría citar naciones a comparecer delante de la Corte Internacional de Justicia, o delante de otras cortes especialmente creadas.

Actualmente, en loa ambientes de la ONU la destrucción de las naciones aparece como indispensable para alcanzar el objetivo de extinguir definitivamente la concepción antropocéntrica de los derechos humanos. Eliminando ese cuerpo intermediario que es el estado nacional, se debilitaría la sociedad civil y se eliminaría la subsidiaridad pues seria creado un estado centralizado.

REAFIRMAR EL PRINCIPIO DE SUBSIDIARIDAD

El derecho internacional positivo es el instrumento utilizado por la ONU para organizar la sociedad global. Bajo el disfraz de la globalización, la ONU organiza en su beneficio la “gobernancia” mundial. Bajo el disfraz de “responsabilidad compartida” invita a os Estados a limitar su justa soberanía. La ONU globaliza presentándose como un superestado mundial. Tiende a gobernar todas las dimensiones de la vida, del pensamiento y de las actividades humanas, ejerciendo un control mas centralizado de la información, del conocimiento y de las técnicas; de la alimentación, de la salud y de las poblaciones; de los recursos del suelo y del subsuelo; del comercio mundial y de las organizaciones sindicales; y sobre todo de la política y del derecho. Delante de esta globalización es preciso reafirmar la necesidad y la urgencia de fundar la sociedad internacional en el reconocimiento de la igual dignidad de todas las personas. Es preciso reafirmar la primacía del principio de subsidiaridad tal como debe ser correctamente comprendido; esto significa que las organizaciones internacionales no pueden expoliar a los Estados, ni a los cuerpos intermedios ni a la familia, de sus competencias naturales y de sus derechos, sino que al contrario deben ayudar a ejercerlos.

La Iglesia no puede dejar de oponerse a dicha globalización, que implica una concentración de poder que exhala totalitarismo. Delante de una “globalización” que la ONU se esmera en imponer alegando un “consenso”, la Iglesia debe aparecer, semejante a Cristo, como señal de división. No puede endosar ni una “unidad” ni una “universalidad” que estuvieran encima de las voluntades subjetivas de los individuos o impuestas por alguna instancia pública o privada. No se puede permanecer callados, ni inactivos ni indiferentes.



EL HOMBRE Y LA LIBERTAD


CONCEPTO VULGAR DE LA LIBERTAD

Suele entenderse por libertad hacer u obrar conforme a la propia voluntad y decisión, no forzado por alguna presión exterior, ni determinado por una anomalía psíquica o física. Hay quienes reconocen limites al propio obrar dimanados de la convivencia humana y de la igual dignidad de los hombres; otros no temen lesionar la dignidad y libertad dedo projimo, obrando como si cualquier elección fuese legitima y cierta.

El hombre contemporáneo se caracteriza por su conciencia de la libertad. “Paralelamente a la exaltación de la libertad – observaba Juan Pablo II – y paradójicamente en contraste con ella, la cultura moderna pone radicalmente en duda esta misma libertad. Un conjunto de disciplinas agrupadas bajo el nombre de “ciencias humanas”, ha llamado la atencion sobre los condicionamientos de orden psicológico y social que pesan sobre el ejercicio de la libertad humana. Algunos de ellos superando las conclusiones que se pueden sacar legitimamente de estas observaciones, han llegado a poner en duda o incluso negar la realidad misma de la libertad humana” (Veritatis splendor, 33).

RAÍZ ANTROPOLÓGICA DE LA LIBERTAD (MOMENTO DE LA LIBERTAD)

¿Cuándo el hombre es libre?

a)      Formas de libertad

-                                  Libertad de ejercicio: podemos elegir obrar o no hacerlo;
-                                  Libertad de especificación: podemos elegir obrar “esto” o “lo otro”

b)     La libertad perfecciona a la persona

Cuando elegimos nos determinamos conforme con una alternativa, dejando cerrada toda otra opción. Muchos consideran que negada la posibilidad de continuar optando, se pierde la libertad. La libertad esta en poder elegir, es el “futurismo” en la elección, dado que toda posibilidad esta referida al futuro.

Contrariamente entendemos que la libertad es una “perfección” y no una posibilidad. Su “momento” no esta en el futuro, sino en el presente, por pertenecer al orden del ser. El objeto elegido es el que nos perfecciona, es en el momento de la elección que el hombre se plenifica. El “poder elegir” es una situación propia del hombre en la vida terrena, donde las acciones se efectúan en el tiempo, no en la eternidad. Cuando el hombre elige libremente, puesto el acto, ejerce un dominio sobre el mismo y se enriquece con sus bondades.

c)      La raíz de la libertad esta en la inteligencia

Dicen los filósofos, que “nada es querido si antes no es conocido”. Nadie quiere algo si antes no ve, con la inteligencia, las conveniencias o no de tal elección. La autentica libertad que dignifica al hombre, es la que adhiere a la Verdad de las cosas. Cuando la inteligencia le muestra lo malo como bueno, la persona humana se degrada y la libertad es fuente de iniquidad. “Libertad” y “Verdad” guardan una relación directa. “Según la fe cristiana y la doctrina de la Iglesia, solo la libertad que se somete a la Verdad conduce a la persona humana a su verdadero bien. El bien de la persona consiste en estar en la Verdad y en realizar la Verdad” (Veritatis splendor, 84).

San Juan recomienda en su primera carta: “obrar la verdad”; los seguidores del maligno “obran la mentira y el engaño”. El voluntarismo educativo y el voluntarismo político disocian la libertad de la inteligencia iluminada por la verdad. Los primeros reducen la educación a mera actividad “creadora” producto de la libre espontaneidad del niño (“la inteligencia viene de la acción y se dirige a la acción”). La libertad del educando respecto de la inteligencia da nacimiento a la espontaneidad creativa, a la construcción de su propio Yo. Los segundos, por circunscribir el ejercicio de las libertades legítimas del ciudadano, a la expresión de la voluntad popular.

Resulta falsa la concepción fenomenológica de la libertad derivada de la doctrina de Kant. No es suficiente decir que “los derechos y la libertad de uno terminan donde comienzan los derechos y la libertad del otro”. Aunque no hubiera “otro”, igualmente la persona individual tiene obligaciones y límites a su libertad.

FATALIDAD, DESTINO, AZAR, PROVIDENCIA

a)      Fatalidad
Evoca la concreción de algo trágico, “predicho” y ejecutado a través de fuerzas superiores al hombre.  Frente a la fatalidad, la libertad del hombre queda suprimida (“fatum” de los griegos).

b)     Destino
Apunta al inevitable cumplimiento por parte de cada ser humano de la misión que debe cumplir en la vida. Esta misión es explicada en términos de azar.

c)      Azar
Se entiende por azar la mera casualidad. Se trata de un rechazo de la causalidad eficiente y por lo tanto una negación de una finalidad intrínseca y extrínseca.
“Propio del sabio es ordenar”, enseñaban Aristóteles (Metafísica) y santo Tomas (Suma contra los Gentiles). La Revelación dice en palabras de san Juan: “Por el Verbo (sabiduría divina) fueron hechas todas las cosas” (Jn, 1,3). Este orden reconocido en la naturaleza, era expresado por los griegos como “cosmos”. La deficiencia de este orden constituya el “caos”. El orden implica una naturaleza definida en las cosas, una jerarquía, una inteligencia ordenadora y una voluntad en la base de todos los seres, que dona a cada cosa su propio fin. El azar rechaza esta causalidad, toda jerarquía y toda orientación hacia un fin.

d)     Horóscopos
Si bien los astros pueden ejercer algún tipo de influencia en el cuerpo o la psiquis humana, ellos no pueden determinar los acontecimientos que le sucederán a la persona durante el día.
La consulta de los astros es una negación de que Dios es la causa primera de todo; es la negación de que Dios ordena todo movimiento a un fin universal y la negación de hecho de toda libertad, pues somete las conductas humanas a su supuesta influencia determinante.

Con relaciona a fatalidad, destino, azar y horóscopos, hay que señalar que Dios mueve todas las cosas a su fin según la naturaleza propia de cada una de ellas. En consecuencia mueve al hombre, respetando la libertad que El mismo le otorgó. La imperfección del conocimiento humano respecto de todas las circunstancias de un hecho, puede inducir al hombre a considerarlo fruto del azar, pero no es así para Dios, que todo lo prevé y mueve a su fin.

e)      Adivinos, tarot, superstición
Vías falsa a las que se recurren para indagar la causa de males (infidelidad, mala suerte, enfermedades, etc.) suele entrañar un gran comercio para quienes ofrecen estos servicios.

“La superstición -  dice el Catecismo de la Iglesia Católica – es la desviación del sentimiento religioso y de las practicas que impone. Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, cuando se atribuye una importancia “mágica” a ciertas prácticas legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los dignos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición” (N° 2111).

Respecto a la adivinación, la actitud cristiana consiste en confiarse a la Providencia de Dios, abandonando toda curiosidad malsana respecto del futuro (cf. N° 2115). “Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos y otras practicas que equivocadamente se supone develan el porvenir. La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a mediums, encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y finalmente los hombres, a la vez que un deseo de ganarse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios” (N° 2116).

Condena la magia y la hechicería por pretender servirse de potencias ocultas para ponerlas al propio servicio a fin d obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo. Son prácticas gravemente contrarias a la virtud de la religión. Si van acompañadas de la intención de dañas a otro son mas condenables aun (NC 2117).

f)       Providencia
La providencia divina da por tierra con las prácticas o creencias espúreas sobre el supuesto azar, destino o fatalidad en los acontecimientos naturales y humanos. Dice San Juan Crisóstomo: “El prodigioso misterio consiste en que los hombres por elección propia y con entera libertad, se determina a obrar del modo que mejor les parece, y al mismo tiempo son ciegos instrumentos de la Providencia, que encamina el curso de sus acciones libérrimas al fin que se ha propuesto allá en sus adorables arcanos” (La Divina Providencia).

LA LIBERTAD Y LAS LIBERTADES MODERNAS

La paradoja de la libertad absoluta

a)      Libertad irrestricta, ilimitada y absoluta
Influida por ideas filosóficas, sociales y políticas, que se han impuesto a lo largo d la historia, nuestra cultura contemporánea es proclive a considerar la libertad como irrestricta, ilimitada y alboluta.

La libertad es vista como la cualidad más significativa del hombre y el mismo hombre es visto como pura libertad, único artífice de si mismo, moldeable a su antojo y arbitrio (Sartre).

Rousseau sostenía que la libertad es el atributo primero y fundamental del hombre. Cuando el individuo obedece las leyes del Estado, se esta obedeciendo a si mismo, el legislador y los gobernantes son mandatarios y la voluntad general (mayoría) es la mandante.

La filosofía liberal concluye que la espontaneidad del hombre es esencialmente “buena” rechazando toda prohibición exterior como un impedimento a la libertad. Su lema es “prohibido prohibir”.

Se reconoce la adhesión a esta máxima liberal en muchas manifestaciones representativas de nuestras sociedades contemporáneas, políticas, económicas, sociales y culturales. Los medios masivos de comunicación y la publicidad se hacen eco de esta concepción de la libertad, a través de mensajes que ponderan el obrar haciendo caso a los propios impulsos, proponiendo como modelo de hombre y de mujer a aquellos que con sus conductas transgreden toda norma establecida.

b)     Obrar con libertad, es obrar “porque se quiere”
Identificar la libertad del hombre con un comportamiento guiado por deseos e impulsos ciegos, supone que somos libres cuando ningún motivo especifico se nos impone. En esta forma de pensar subyace la denominada teoría de la “libertad e indiferencia” o “sin motivos”.

No puede decirse que la libertad se defina como una indiferencia, ya que “si no hay motivo, no hay acto fe voluntad, ni tampoco libertad. La libertad supone una deliberación, y deliberar es precisamente tener en cuenta los motivos, compararlos, sopesarlos”. (Cf. Filosofía del Hombre, R. Verneaux).

c)      Paradoja de la libertad absoluta (Las libertades modernas)
Las consecuencias a que ha dado lugar la influencia de esta concepción de la libertad, derivaron en una explícita anulación de toda libertad y del sentido mismo de la libertad.

En el orden político, la pretendida libertad absoluta (Rousseau), alimento el origen y desarrollo de las democracias de masas y surgieron paralelamente las tiranías de las mayorías o de hombres como Hiltler que restringieron más allá de lo debido la libertad humana.

En el orden económico: la exigencia de mas y mayor libertad de concurrencia en los mercados, librados a las leyes de la oferta y la demanda, en vez de ayudar a una distribución de las riquezas mas justa y equitativa, engendro un sinnúmero de perjuicios, favoreciendo el dominio ejercido por la plutocracia. El hombre se convierte en instrumento del proceso económico, constantemente solicitado a un consumismo a ultranza para satisfacer deseos que lo convierten en esclavo de sus pasiones.

En la investigación y experimentación genética: se quiere reemplazar a Dios aun en el acto mismo creador. Asistimos a una legitimación de la manipulación técnica del hombre y de su patrimonio genético (clonación).

En la cultura y “mass media”: la libertad d la mujer cayo en lasa manos de algunos empresarios que las presenta como objeto de diversión y sensualidad.

LA LIBERTAD, ¿ES POSIBLE?

Hay quienes consideran que nuestra libertad esta limitada por distintos condicionamientos. Entre estos factores determinantes tenemos:

a)      La libertad y el determinismo cósmico
La libertad del hombre esta limitada por leyes fijas que rigen todo el universo. Aplicado al hombre, significaría la anulación de toda libertad; este quedaría reducido a mero objeto explicable y predecible mediante leyes universales inexorables como las leyes matemáticas.

Las acciones humanas no son vistas como esencialmente distintas de lasa acciones mecánicas de los seres inanimados, ni de las acciones instintivas de los animales o las de los vegetales. La diferencia seria de grado, las del h9ombre presentan mayor complejidad.

b)     La libertad y las “exigencias de nuestro cuerpo”
Los estados del organismo: salud, enfermedad, temperamento, herencia, régimen alimenticio, clima, etc., pueden ejercer influencia en la conducta de un hombre al punto de condicionar o anular el ejercicio libre de las acciones. No puede afirmarse que supriman la libertad.
Muchas veces se justifican conductas indignas basadas en supuestas “necesidades de nuestro cuerpo”.

c)      Las conductas del hombre estan impulsadas por la “libido sexual”
Lo sostienen los defensores del psicoanálisis. Freud ha concebido al inconsciente como raíz del psiquismo humano, constituido por instintos reprimidos, activos, bestiales, infantiles, alogicosa, sexuales, que determinan la vida consciente de la persona. Aun las conductas deliberadas y voluntarias estarían regidas por efectos del inconsciente (reprimido o sublimado), con lo que la libertad quedaría reducida o anulada. Esta teoría trae importantes consecuencias morales: anulada la libertad, no hay imputabilidad, pero tampoco merito alguno.

d)     La “presión social” y la libertad
La educación, costumbres, cultura, medio social, trabajo, fuerzas económicas, ejercen influencia en los comportamientos de los hombres, que pueden reducir o anular el ejercicio de la libertad.

Muchas manifestaciones sociales de carácter masivo, suelen crear el marco de anonimato que facilita actos de violencia y vandalismo.

Pretender explicar el comportamiento social humano a través de estadísticas, resulta insuficiente. El valor de las estadísticas es relativo, pues refleja resultados objetivos tomados sobre una muestra limitada de la sociedad; nunca pueden revelar la intimidad de la conciencia del hombre, quien escapa a toda observación exterior y donde se sitúa la libertad. No siempre se obra de la misma manera ante las mismas alternativas.



LA LIBERTAD DE LOS HIJOS DE DIOS

Libertad y liberación

La liberación por si misma no genera la libertad del hombre. “La libertad –expresa la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe- no es la libertad de hacer cualquier cosa, sino la libertad para el bien, en el cual reside la felicidad. El bien es su objetivo. La libertad que es dominio interior de sus propios actos y autodeterminación, comporta una relación inmediata con el orden ético. Encuentra su verdadero significado en la elección del bien moral” (Libertatis conscientia).

La libertad es la causante de la liberación de toda presión exterior y exige condiciones condignas y adecuadas para su ejercicio. Aun si faltasen tales condiciones, no por eso el hombre perdería la libertad, si esta al servicio de la verdad y de la justicia.

Falsa liberación del hombre

a)      Liberación económica
Se pretende que origina y causa la autentica libertad del ser humano. “La ausencia de toda restricción en los mercados traerá la autentica solución a los problemas sociales de tal modo que no habrá la necesidad de recurrir a la guerra y los pueblos vivirán en perfecta paz interna y externa” (L. Von Mises, “La acción humana”).
El marxismo coincide con las escuelas liberales en reducir la libertad y la felicidad a una liberación económica. Para Marx, el asunto es liberar a los pueblos de la opresión del capital. Este concepto penetro dentro de ciertos sectores del catolicismo, dando lugar a la “teología de la liberación”. El error teológico fundamental de esta concepción de la liberación, consiste en una gran inversión del mensaje de Cristo: El Señor nos enseña que debemos buscar el reino de Dios y su justicia y que lo demás se nos dará por añadidura. La teología de la liberación propone la liberación de les estructuras terrenas opresoras y el Reino de los Cielos vendrá por añadidura.

b)     Liberación política
A partir de la Revolución Francesa y como consecuencia e la ciada de las monarquías se inicia un proceso de liberación política mediante la implementación de la democracia basada en la igualdad y en la cantidad. La democracia del numero “iguala” a las personas por lo inferior y se arroga el derecho de ser juez del valor de las conductas, fuente de justicia y causa de la libertad. La “masa” juzga, aprueba, veta, gobierna, detrás hay siempre un demagogo.

c)      Liberación cultural
La cultura contemporánea, impregnada de un espíritu de “autonomía absoluta”, pretende liberarse de la Ley de Dios, para erigirse en constructora de un orden y futuro propios, hechos a la medida del hombre. La ateizacion de la vida, la fe ciega en la ciencia y en la técnica y el relajamiento de las costumbres son importantes rasgos negativos. El ansia de poder se ha convertido en un valor y una medida social; el poder político, el poder del dinero, el poder de la seducción ha conquistado la cima y parece gobernar el mundo. Existe un endiosamiento de lo material, culto a la moda y al propio cuerpo; se pone de relieve un matiz obsesivo para alcanzar la plenitud física, como único valor. Se suma la liberación por la “imagen”, el libertinaje “porno” de la pantalla, etc.

La cultura contemporánea esta dominada por el movimiento y la acción; pero una acción separada de la inteligencia y la sabiduría (“liberada” de las ataduras de conciencia) se vuelve una acción ciega, absurda.

Hay quienes buscan la “liberación del sexo y de las costumbres”, juzgando como antihumanos los limites éticos y morales que oprimen y reprimen el ejercicio de la libertad. Se inculca en los jóvenes una cultura que no reconoce límites. La realización personal se basa en manifestaciones sexuales tradicionalmente concebidas como inmorales: uniones homosexuales, promiscuidad, infidelidad, a lo que se suma una tolerancia al consumo de alcohol y drogas. Todo esto lleva al aumento de la delincuencia juvenil.

d)     Liberación religiosa
Se pretende “librarnos” de la autentica religión católica, reduciéndola a una mera expresión mas de la religiosidad del hombre, de igual valor o dimensión que cualquier otra religión.

Se considera que la fe en Dios es fruto de una simple elección librada a la voluntad y buen entender de cada uno. Da lo mismo creer en Cristo, en Buda, en Brama, etc.  Todos son expresiones o manifestaciones de la idea de Dios; lo importante es creer en Dios, tener puesta la fe y la esperanza en una trascendencia, no importa como se la conciba. En esta misma línea, corrientes pseudorreligiosas como la Nueva Era (New Age), hacen gala de un sincretismo religioso o panteísmo en donde todo vale.

LA AUTENTICA LIBERACIÓN

Si Dios, después del pecado original, hubiera abandonado al hombre a esta suerte por propia mano procurada, a la historia humana, marcada por el pecado marcharía a la desesperación mas profunda. Desde el comienzo Dios prometió al autentica liberación para el hombre, la de la esclavitud a la que esta sometida por el pecado. Esta liberación, anunciada en el Antiguo Testamento, sellada en la Antigua Alianza, con la ley y atestiguada por los profetas, es llevada a cabo por Jesucristo: “El centro de la experiencia cristiana de la libertad esta en la justificación por la gracia de la fe y de los sacramentos de la Iglesia. Esta gracia nos libera del pecado y nos introduce en la comunión de Dios” (Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Libertatis conscientia, 52). La gracia redentora, penetrando el alma de los creyentes, nos hace libres. Esta gracia que por la misericordia de Dios recibe el hombre por los meritos de Cristo logrados por su pasion, muerte y resurrección, es dispensada por intermedio de la Iglesia.

La liberación cristiana, no es una liberación temporal, no consiste en un “mesianismo” social que trasforma las estructuras históricas desordenadas del hombre. No es la liberación de los pobres de la opresión económica de los ricos (teología de la liberación), sino una liberación de orden espiritual, que, transformando al hombre, dará las bases para que este transforme las estructuras sociales, políticas y económicas.

La liberación cristiana, no es clasista. Cristo vino al mundo para la redención de todos los hombres. Es más bien el hombre quien persistiendo en el pecado, no aprovecha los frutos de la redención.

La liberación cristiana no engendra “superhombres”, como la “salvación” que propone la Nueva Era, sino que el nuevo hombre en Cristo resucitado, es un hombre que, con el auxilio de la gracia, esta llamado a cumplir un mandamiento nuevo: el del amor, en la justicia y la caridad, a Dios y al prójimo.

De esta forma, la falsa libertad de la cultura prometeica, de la autonomía de la persona humana frente a su Creador, sucumbe ante la salvación que Cristo resucitado ofrece, perfeccionando al hombre en esta tierra y participándole la vida eterna, pues “Todo hombre, hallado digno ante el Tribunal de Cristo por haber hecho, con la gracia de Dios, buen uso de su libre albedrío, obtendrá la felicidad: llegara a ser semejante a Dios porque le vera tal cual es. El don divino de la salvación eterna es la exaltación de la mayor libertad que se pueda concebir” (Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Libertatis conscientia, 59).





LA GLOBALIZACION DESDE UNA PERSPECTIVSA CRISTIANA

“La globalización no es no buena ni mala, será lo que la gente quiera que sea… debe estar al servicio del ser humano, al servicio de la solidaridad y del bien común”
 Papa Juan Pablo II

¿Qué es la globalización?

Se puede describir como un proceso que crea vinculaos y espacios sociales transnacionales, revaloriza culturas locales y trae a un primer plano terceras culturas. Es un proceso por el cual los Estados Nacionales soberanos se entremezclan y entrelazan mediante actores transnacionales y sus respectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades y entramados varios.

Toma como base los preceptos del neoliberalismo, entendido como un conjunto de principios, de diversos tipos de motivaciones, que dan un sentido a la actividad económica. Esta conformada por todo tipo de mercados: financiero, económico, comercial, de consumo, desatando una gran competencia entre quienes proporcionan los bienes y servicios que encontramos en dichos mercados. Todo se ha vuelto objeto d este consumismo: el conocimiento, la educación, la belleza y hasta se puede afirmar que existen ofertas religiosas de todo tipo.

Surge, según la Declaración de Copenhague, como una consecuencia del aumento del movimiento de las personas de un lugar a otro, el avance de las comunicaciones, el gran aumento del comercio, la circulación de capitales y los progresos tecnológicos. Se abre un mundo de posibilidades para el desarrollo económico de los países más pobres.

Aspectos

El ámbito económico y financiero se presenta como su punto de partida, pero impacta en la vida social, política, jurídica y cultural, generando manifestaciones positivas y negativas en todos los campos.

Positivos
El incremento de la eficiencia y de la producción, las intensas relaciones entre países y culturas, el fortalecimiento del proceso de unidad de los pueblos, las nuevas posibilidades para desplegar la solidaridad con los miembros menos favorecidos de la familia humana

Negativos
La prepotencia de la economía sobre cualquier otro valor humano que deja a las culturas sin alma, la lógica mercantilista que con su injusta competencia agranda el abismo entre ricos y pobres, los grandes poderes que tienden a configurar  monopolios, anulan las soberanías nacionales, uniforman modelos culturales.

Errores

Metafísica del Mercado Mundial
Entendida como una forma del pensamiento y como una cosmovisión del economicismo. El atractivo y el peligro de esta metafísica de la historia del mercado mundial tienen un mismo origen: la búsqueda y el afán de simplicidad a fin de adaptarse a un mundo que se ha convertido en opaco.
Comercio Mundial Libre: el globalismo exalta las excelencias del comercio mundial libre. Se supone que la economía globalizada resulta apropiada para elevar mundialmente la riqueza y disminuir las desigualdades. La tesis de que el comercio mundial agudiza la competencia y conduce a reducir costos, situación de la cual todos extraen ventajas es claramente cínica. Hay dos maneras de reducir costos, elevando rendimientos (mejor tecnología, organización, etc.) o disminuyendo el nivel de gastos en la aportación humana al trabajo y a la producción.

Escenificación del Riesgo: el globalismo obtiene su poder solo en escasa medida a partir de los hechos. Lo consigue gracias a la escenificación de la amenaza: rige el “podría”, “debería”, “si entonces”. Es un tipo de sociedad de riesgo lo que da poder a las empresas transnacionales.

Elemento básicos

Nos indica que estamos construyendo un mundo caracterizado por la unidad, por la progresiva multiplicación de las relaciones d convivencia, por la igualdad de todos los pueblos y por la interdependencia solidaria.

Por su propia naturaleza nos conduce a ser un único mundo, interdependiente el uno del otro; será mas claro que somos una única familia humana y que cada quien necesita del otro.

Globalización y economía

La economía internacional tiende a determinarlo todo, dejando muy poco espacio a las determinaciones locales y nacionales. Las políticas nacionales se hacen irrelevantes frente al macro-determinismo económico del mercado total y de la globalización. La lucha por el poder ha sido acaparada por los clanes económicos que se disputan ese poder para sus propios intereses. La conquista del poder ya no es resultado del libre ejercicio de la política, sino asunto de dinero y mercadeo. La consecuencia es la corrupción de las clases políticas dominantes y de la política misma.

Comprender que el desarrollo de los pueblos no esta en los objetos, sino en las personas, y proponerlo en términos no economicistas sino humanos, implica un cambio profundo y necesario en la racionalidad económica predominante en el mundo globalizado.

Principios de la globalización desde la perspectiva cristiana

Debe partirse de que la globalización es un “hecho humano”, por tanto sus principios deben buscarse en la misma persona humana y en los principios que regulan sus interrelaciones sociales. De la base del Respeto a la Dignidad de la Persona Humana se deriva la necesidad de Solidaridad, entendida como lo enuncia la Doctrina Social de la Iglesia, como una opción preferencial por los pobres.

Jesús tomaba una postura desde la “Justicia del Reino” y se ubicaba en solidaridad total con los pobres de toda clase. Nos enseña que debemos considerar siempre a la persona como un centro y fin, como el origen y objetivo de la actividad económica, nunca como un medio o elemento marginal.

La Iglesia Católica y sus obras son actores de influencia en la sociedad civil internacional. Se diferencia en su criterio fundamental muy en su motivación enlaza actividades concretas que desarrolla, tendiente siempre a una globalización justa para la humanidad. Los cambios necesarios en vista a una solidaridad total, serán difíciles sin una motivación proveniente de las religiones.

Debe respetar la diversidad de culturas que son claves de interpretación de la vida. Las unidades sociales más pequeñas no deben ser absorbidas por una comunidad mayor, de modo que pierdan su identidad. Hay que defender y apoyar la autonomía de cada clase y organización social, cada una en su esfera. La integración que impulsa la globalización, para que sea realmente útil al progreso de la dignidad y de los derechos del hombre, no puede prescindir de la búsqueda de garantías sociales, legales y culturales necesarias para que las personas y los grupos intermedios mantengan su esencia y no destruir así las estructuras construidas con esmero, exigiendo la adopción de nuevos estilos de trabajos, de vida y de organización de las comunidades.

Juan XXIII en su Encíclica “Mater et Magistra” expresa que “el progreso técnico es de considerarse progreso de cultura humana”. Una sociedad técnicamente avanzada tendrá necesitada de la Cultura de los Valores no solo de la cultura del consumo; sin ella no es posible resolver los problemas de la conflictualidad social.

La Iglesia Católica es la que a través de los siglos ha vivido la experiencia de la Globalización en forma positiva ya que es ella el factor de cohesión de las diversas culturas y de los diversos países y ha sabido respetar la identidad cultural de cada pueblo.

La globalización quiere nutrirse de valores esenciales que tengan en cuenta la realidad de que todos participamos de una misma naturaleza humana. A imposición de nuevas escalas de valores que propugna la globalización destruyen los valores de las culturas locales a favor de una mala entendida información. La Iglesia, con el anuncio del Evangelio, vivifica desde dentro a las culturas y sirve a una globalización respetuosa de las diferencias. La globalización pone en contacto las religiones y las culturas, basadas en la tolerancia y el dialogo, ambas entendidas como virtud, y no como ideología, en cuyo caso es peligrosa porque es relativista y germen del totalitarismo. El diálogo para ser autentico debe estar fundado en el espíritu del ser humano que es la ley moral universal.

Misión de la Iglesia

La tarea de la Iglesia y de las religiones es la reflexión ética sobre le desarrollo social de los pueblos, que es imprescindible en la dirección política hacia una globalización positiva.
La Iglesia Católica, con sus ricas tradiciones morales, puede contribuir a poner en tela de juicio el economicismo preponderante en gran parte de la economía mundial y promover alternativas creativas.

Para la Iglesia la cultura local puede ser vista como un desafío positivo, articulando valores que una cultura global debe reunir como la dignidad de cada persona y toda persona humana, el papel central de la familia, el legítimo puesto dela mujer en la sociedad y en la Iglesia, la opción por los pobres, la oportunidades laborales y la defensa de los derechos de los trabajadores, la educación y el desarrollo humano, los asuntos ecológicos, la libertad religiosa, los gobiernos justos y honestos, que buscan el bien común para todos.

La Encíclica Mater et Magistra propone tareas para resolver la cuestión social. Manifiesta que el progreso técnico-económico debe seguir el progreso social, basado en la distribución de los bienes producidos y en la búsqueda de la participación en el trabajo mismo.

La Encíclica Gaudium et spes habla de la igualdad fundamental de todos, para una sociedad justa, rechazando toda división de clases y de poder y el derecho y deber para todos de participar en la vida de la sociedad. Manifiesta que los bienes materiales son destinados a todos, para cada hombre y para todos los hombres. Una sociedad económica justa debe tomar como principio guía el destino universal de los bienes. Ningún sistema es justo si excluye del consumo de los bienes, destinados para todos, al 80% de la población mundial.

En la Populorum Progressio se describe lo que es el desarrollo y que para que el mismo sea autentico sdebe ser integral (económico, social, político y cultural).

La Laborem Exercens parte de la economía mundial y condena tanto a capitalismo como al colectivismo, porque en el capitalismo liberal el mercado precede al hombre, quien debe someterse a un elemento material; y en el colectivismo el trabajo es sometido a la realización de un plan, de un determinado tipo de sociedad.

En la encíclica Sollicitudo Rei Sociales el Papa Juan Pablo II hace un análisis de la situación actual del mundo. La misma ha empeorado tanto para los países en vías de desarrollo como para los países industrializados. A los mas pobres les afecta el creciente endeudamiento y a los mas industrializados el problema de la desocupación pero que también afecta gravemente a los países subdesarrollados.

La corrupción invade amplios sectores de la sociedad y corroe todos los valores morales. Es necesario diseñar una base ética común, para los cristianos solo la fe vivida cotidianamente puede dar fuerza necesaria parea sobreponerse a la corrupción y a la perdida de los valores para construir una nueva sociedad. Es necesario que en este nuevo milenio se consolide la fuerza ética de las comunidades.

En la Cumbre del Desarrollo Social se estableció un marco para la acción con miras a poner al ser humano en el centro del desarrollo y orientar la economía para satisfacer más eficazmente las necesidades humanas. Ese es el fin primario de la economía.

Globalización ¿Amenaza u oportunidad?

Es ante todo un reto moral, porque en ella se juegan muchas cosas importantes para el destino del hombre y hay que aprovechar las oportunidades y evitar sus inconvenientes.

La globalización no debe llevar a nuevas oligarquías en las que unos pocos integran grupos de poder. Los cristianos deben tomar un compromiso evangélico en la economía, en la política, en el diseño de las legislaciones, en la educación, 3n los medio de comunicación, siempre teniendo en cuenta los principios regidores de la Doctrina Social de la Iglesia.

Ante este fenómeno el cristiano debe buscar un mundo que garantice la autonomía y el protagonismo d los pueblos contra toda especie de tutela, paternalismo, colectivismo obligatorio o dirigismo autoritario; un mundo en donde las transformaciones sean realizadas por la participación democrática de todos los segmentos de la sociedad,. Sobre todo de minorías y de los excluidos evitando así el cumplimiento de la siguiente premisa: “Sin vivienda no hay trabajo, sin trabajo no hay vivienda, y sin trabajo ni vivienda no hay democracia”.

Conclusión

La humanidad no puede embarcarse en el proceso de la globalización sin un código ético común, de lo contrario se convertiría en una nueva versión del conialismo. La ética exige que los sistemas se adecuen a las necesidades del ser humano basándose en la solidaridad.

Para promover una cultura global protectora de los derechos y del valor inalienable del ser humano, es necesario que cada cristiano comience por si mismo, esforzándose por reflejar en cada uno de sus pensamientos y de sus propios actos la imagen de Cristo. “El mundo se cambia con la Santidad”.

Llevar a la práctica esto encuentra contradicciones entre el querer y el poder, entre los limites de la realidad, pero gracias a Dios, encuentra algunos elementos orientadores, y es aquí donde la Doctrina Social de la Iglesia es muy clara. La posición de la Iglesia Católica más allá de ser considerada una postura muerta y anticuada, es en realidad profundamente viva y moderna porque tiene respuestas anticipatorias y gracias al Magisterio de la Iglesia a través de las normas que permiten toda previsión, existe la posibilidad de detectar rápidamente el problema y utilizarla como una guía.

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