Sin embrago, se ha llegado a un punto en el que la alteración del medio
ambiente puede hacer inhabitables extensas áreas del mundo. Es precisamente esa
agresión humanan al naturaleza lo que constituye a la ecología como objeto de
estudio de la ciencia ética.
EL MEDIO AMBIENTE
De la filosofía moderna ha destacado la importancia del mundo en la
interpretación del hombre. Heidegger y otros filósofos han querido definir al
hombre, como un ser-en-el-mundo.
Conforme a esta interpretación existencial, el mundo no es un simple “añadido”
a la existencia humana, sino que la mundanidad le viene al hombre desde si
mismo. Zubiri afirmara, que “un hombre sin mundo es una especie de contra ser o
de contra existencia. “El hombre sin mundo no llegaría a la categoría esencial
de hombre.
En este contexto filosófico, la realidad del “mundo” no se entiende como el
mundo físico”, sino como “cosmos” o conjunto de cosas ordenadas que ayudan al
hombre a realizar su propia vida como ser humano. “Mundo” es como el “ambiente
de la vida”.
Ortega y Gasset decía: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a
ella no me salvo yo”. El concepto de circunstancia en el pensamiento orteguiano
abarca las mismas condiciones psicológicas del individuo. Pero es evidente que
la circunstancia se refiere muy directamente a las condiciones ambientales de
la existencia concreta del hombre.
Es preciso destacar la segunda parte de la frase de Ortega por su dimensión
ética en el campo de la ecología. “salvar la circunstancia a favor del yo” es
el campo especifico de la moral ecológica, dado que si no se salva el ambiente,
tampoco se puede salvar el hombre. el deterioro del aire, del agua, de los
recursos naturales, etc., del medio ambiente, o sea la “circunstancia”, puede
hacer inhabitable el mundo.
EL HOMBRE EN LA NATURALEZA
La ecología es una ciencia que trata de estudiar las relaciones mutuas
entre los organismos y sus ambientes respectivos bajo condiciones naturales. La
palabra ecología viene del griego “oikos” que significa hogar o patrimonio.
La naturaleza (el medio ambiente) no es solo un condicionante de la
existencia humana, sino de todos los seres vivos. Estos tienen un medio físico
en el cual es posible su vida y su desarrollo. Los seres vivos necesitan para
subsistir unas condiciones ambientales muy concretas.
Ningún ser vivo puede vivir independiente del ambiente y este es compartido
simultáneamente por todas las especies vivas, de forma que unas posibilitan la supervivencia
de otras.
El mundo orgánico e inorgánico esta tan interrelacionado, que forma un
circuito que no puede romperse sin que se resienta algún ámbito importante de
la naturaleza. La naturaleza tiene una conexión admirable, que hace posible la
existencia armónica de todos los seres vivos.
El hombre puede transformar de tal forma el ambiente hasta el punto de
hacer imposible la vida humana. La industria por el creada es capaz de
desordenar esa “casa” de la naturaleza y ese “hogar o patrimonio” del mundo,
hasta trastocarlo, de modo que rompa y acabe con la armonía de cada ambiente,
que haga inhabitable esa residencia común.
En este sentido la moral medirá en que medida el hombre tiene dominio sobre
naturaleza, de forma que haga posible y capacite la existencia del hombre con
un sistema de vida verdaderamente digno de la persona.
MORAL Y ECOLOGIA
La eticidad del problema ecológico ha surgido con motivo de las profundas
transformaciones que el hombre ha causado en estos últimos años en la
naturaleza. La alteración de la naturaleza abarca todos los ámbitos que son
esenciales para los seres vivos: al agua, el aire, la clorofila, los espacios
habitables, los recursos naturales, las materias primas, etc.
El tema de las fuentes de energía ha puesto de relieve que su limitación
puede crear serios problemas al futuro de la humanidad, y los temas de la energía
atómica preocupan por el peligro que encierra para el medio ambiente.
Los principios éticos que debe regir las relaciones hombre-naturaleza no
son fáciles de formular, pero cabe reducirlos a los siguientes:
1.- La naturaleza tiene una finalidad clara: el
servicio del hombre. El mundo no tiene un fin en si mismo, sino que todas las
criaturas están al servicio del hombre. Esta condición finalista de la creación
fundamenta la moralidad de la acción del hombre sobre ella. Esta doctrina rompe
con el sentido sacral e intocable con que algunas religiones primitivas
proponen la relación del hombre con el mundo.
2.- La racionalidad humana sitúa al hombre con
un poder de dominio y transformación del mundo. El hombre es capaz por su
inteligencia de explicitar, dominar y usar todas las energías que encierra el
mundo en servicio de su propia existencia.
3.- El dominio del hombre no es absoluto dado
que el mismo forma parte de esa naturaleza, y en caso de violentarla, puede
hacer difícil su propia subsistencia. La concepción cristiana afirma que el
mundo dice relación primaria a Dios, pero en relación al servicio del hombre,
siempre que su uso este destinado a todos y elimine su acción destructiva sobre
la humanidad.
4.- La eticidad del uso y dominio del mundo a
favor del hombre ha de ser considerada en relación con todos los hombres y a
favor de todos los pueblos. La explotación de la naturaleza no ha de hacerse en
virtud de la fuerza de un; pueblo sobre otro, o de las necesidades de un área
cultural frente a pueblos situados en otra cultura.
5.- El dominio del hombre sobre la tierra ha de
considerarse a la luz de la solidaridad del hombre con la humanidad entera,
incluidas las generaciones que nos seguirán en el tiempo. El hombre del
presente debe preparar las condiciones de vida del hombre del futuro, de forma
que le sea posible y realizable un hábitat más humano, que le ayude a alcanzar
su alta dignidad.
6.- La ética ecológica debe evitar la tentación
de dirigir sus soluciones en la dirección de una limitación de natalidad y del
crecimiento del mundo, en lugar de orientar en el recto uso de los bienes y la
obligación de encontrar los inmensos recursos físicos sin utilizar, tanto en la
producción agrícola como minera. Conviene evitar una visión catastrófica del
futuro. Las riquezas del mundo son muchísimas y la inteligencia del hombre
puede aumentarlas aun más.
La naturaleza es inmensamente rica y cuenta con
recursos abundantes para el futuro. No obstante, no debe abusarse y se debe
evitar el despilfarro. Ante los síntomas de maltrato a que esta sometida la
naturaleza, el tema de la moral en el campo de la ecología debe preocupar a
rodos los hombres.
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