El sexo constituye uno de los
caracteres primarios de la identidad personal. El ser masculino o femenino es
parte de la identidad de cada uno.
El problema comienza cuando sea por cuestiones terapéuticas
o por disfunciones psicológicas
se plantea incertidumbre acerca de la
diferencia real existente en la persona en lo que se refiere a su identidad
sexual. Puede existir una disociación entre el sexo biológico y el psicológico.
Hay que diferenciar claramente lo
que es el transexualismo del homosexualismo. En el primer caso existe un
trastorno orgánico, una alteración de las células identificatorias de la
persona en lo que se refiere a su sexo. Efectos hormonales influyen en que una
persona aparente ser de un sexo cuando en realidad es de otro. La apariencia
exterior no coincide con la realidad clínica y psíquica interior. El transexual
recurre a la medicina para estabilizar el sexo indeterminado respondiendo a una
enfermedad posible de curar.
El homosexualismo hay atracción
sexual por personas del mismo sexo; tienen una marcada tendencia a las
relaciones con personas de su mismo sexo. A diferencia del transexual no se
inclinan por pasar al otro sexo ni experimentan repugnancia por sus órganos.
DESAJUSTES SEXUALES
La sexualidad esta conformada por
una realidad psíquica, espiritual y corporal. Partiendo de la dualidad sexual,
la vida humana depende de la complementariedad e integridad de ambos sexos.
El sexo de cada persona depende
del juego y combinación cromosómica. La presencia de cromosomas XX determina la
existencia del sexo femenino y la presencia del par XY la del masculino. Los
cromosomas determinan el sexo y por ello se alude a un sexo cromosómico
Sexo gonádico, la diferenciación
se encuentra en los órganos genitales.
Se habla de un sexo psicológico y
heterófilo. El primero referido a la vivencia mental que cada persona tiene de
su sexo, y depende del ambiente, de la educación recibida, del entorno social.
Si falla algunos de estos aspectos puede darse un desajuste psicológico
(educativo) que lleve a la persona a vivir problemas en la definición de su
identidad sexual. Pueden advertirse deficiencias orgánicas por problemas en la
diferenciación sexual como en el Síndrome de Turner, donde falta un
segundo cromosoma y no se tiene la diferenciación de los ovarios o de los
testículos; o en el Síndrome de Klinefelter donde hay un exceso en la
preeminencia de un cromosoma y aparecen órganos sexuales raquíticos, mamas
masculinas mas desarrolladas de lo normal.
TRANSEXUALISMO
Son personas que creen que
nacieron con el sexo orgánicamente equivocado, y tratan de cambiarlo por medio
de tratamientos medico-quirúrgicos. Son predominantemente hombres que se
sienten y quieren vivir como mujeres.
Sufren una profunda tensión
psicológica pues son conscientes de su identidad sexual cromosómica, pero
desean actuar como si fueran del sexo opuesto.
Como enfermedad se caracteriza
por presentar en su origen, irregularidades en los datos cromosómicos, que en
principio debieron estar constituidos por un patrimonio sexual heredado en el
instante de la concepción. Los caracteres gonádicos están condicionados por los
cromosómicos, y relacionados a su vez con los hormonales y con las
características genitales.
Se define por tanto como el sexo
físico normal en sus componentes, y la tendencia psicológica en sentido opuesto.
Casi la totalidad de casos son sujetos de sexo físico masculino que
psicológicamente se sienten mujeres y que tienden a identificarse con el sexo femenino.
Son raros los casos en sentido inverso. Existe una “pulsión” por pertenecer
al sexo opuesto al genético, lo que se asocia al deseo obsesivo de
liberarse de los atributos genitales propios para adquirir los del sexo
opuesto.
En la homosexualidad el aspecto
físico no es sentido de modo ambiguo; es usado para la satisfacción erótica
depositada en sujetos del mismo sexo. El homosexual no desea cambiar de sexo,
simplemente tener relaciones sexuales con sujetos del mismo sexo. En esto
radica la diferencia con el transexual.
El travestismo es un
síndrome en el cual no hay deseo profundo de cambiar de sexo, sino que se ha
instaurado una necesidad psíquica de vestirse con ropa del otro sexo, como
condición necesaria para alcanzar la excitación sexual; se busca la relación
sexual con sujetos del sexo opuesto.
Matrimonio de transexuales
La fertilidad efectiva no es un requisito esencial para el
matrimonio, pero sí lo es la apertura a la vida y la existencia de relaciones
sexuales auténticas que permitan a los esposos una unión sexual verdadera y
completa.
Cuando se esta ante casos de
transexualismo, la existencia de una severa disfunción entre el sexo somático y
el psicológico pone en evidencia serios trastornos en los aspectos sexuales que
pueden inhibir le existencia de un matrimonio auténtico. Es fácil comprender
las trágicas consecuencias que puede tener un cambio de sexo en la vida
familiar.
Se destruye la vida familiar y se
lesionan los derechos del cónyuge y de los hijos y la vida de relación social.
CAMBIO DE SEXO
Habría que preguntarse si existe
libertad de elección del sexo que más se desea como expresión de la libertad
individual de todo sujeto.
En el caso de transexual existe
claramente definido el sexo biológico y existe una tendencia psicológica a ir
hacia el sexo opuesto. Lo que el transexual desea es cambiar de sexo. La
interrogante es si es posible acceder a este deseo.
Aspectos biológicos
Las personas afectadas por estos
trastornos siguen un tratamiento medico que se inicia con el psiquiatra. Si la
situación es irreversible en un primer momento se viste como miembro del sexo
opuesto, luego se trata hormonalmente con estrógenos o testosterona para
obtener cambios físicos. Pasado un tiempo queda por determinar si existe la
posibilidad de llegar a la intervención quirúrgica.
No existe un fin terapéutico
Las intervenciones quirúrgicas
que se realizan para la modificación del sexo, no tienden a curar propiamente,
ni logran el cambio de sexo porque en definitiva no se altera el factor cromosómico
ni psicológico. De lo que se trata es de liberar al transexual del tormento que
supone el conflicto cotidiano entre una apariencia sexual que se rechaza y el
sexo psicosocial que es el sentido y vivido.
El transexual se caracteriza por
anhelar la intervención quirúrgica como el único medio efectivo para poder
acceder a su verdadera identidad sexual y obtener el reconocimiento jurídico de
tal transformación.
Polémica acerca del cambio de sexo
Hay quienes sostienen que la
ciencia ha demostrado que el sexo cromosómico con el que el sujeto surge a la
vida es inmodificable más allá de las intervenciones quirúrgicas que se puedan
realizar. Justifican el cambio de sexo sólo cuando se trata de precisar el sexo
originario en la eventualidad que este no haya sido quedado definido
claramente.
Con referencia al cambio de sexo,
en el ámbito de la doctrina y la ética hay quienes asumen una posición
favorable en el sentido de su regularización, mientras que otros sostienen que
esto no es posible.
Quienes asumen una posición
favorable parten del respeto de la libertad personal y del libre desarrollo de
la personalidad.
Quienes sustentan una posición
contraria señalan que el derecho a la libertad personal, impone en el sujeto,
frente al derecho de los demás, un correlativo deber a su cargo. Existe la
preocupación de proteger el orden publico, las buenas costumbres, y se parte
del hecho científico que el denominado cambio de sexo en realidad no es tal.
Lo único que se admite como
conveniente es una profilaxis que maneje psicológicamente el tema sexual en el
paciente, pero no se justifica una intervención médico-quirúrgica, pues esta
supone una simple apariencia en cuanto a los órganos sexuales externos, sin
responder a la realidad.
Razones de orden publico lo
limitan; se refieren a la necesidad social de certeza en cuanto a la identidad
personal y ésta sólo se tiene si existe concordancia entre la realidad y el
sexo originario que figura en los Registros del estado Civil.
El transexual, cuando pretende un
cambio de sexo, en esencia va a perder su capacidad de procrear, renunciando a
este derecho fundamental.
Un cambio de sexo supone un acto
de disposición del propio cuerpo y en cuanto tal, puede estar prohibido en la
medida en que ocasione una disminución permanente de la integridad física, lo
que supondría una transgresión al orden publico y a las buenas costumbres.
Aspectos éticos
Se enfrentan dos posturas. Por un
lado están los que consideran que debe darse una prioridad a la realidad
biológica original como punto ético de partida, y todo lo que se haga en contra
es ir contra lo natural.
Otros entienden que lo natural
está en la identidad psicológica y que ésta debe respetarse y protegerse. Se
admite el cambio de sexo siempre que no responda a un fin morboso, sino a la
realidad situacional de la persona.
Lo grave es que se va a la
castración de la persona, y a colocarle órganos sexuales falsos, lo que no es
más que una simulación. Los que aplican técnicas de cambio de sexo reconocen
que son una “farsa”.
Se debe tratar de superar el
problema mediante tratamientos psiquiátricos y hormonales, dirigidos al sexo
biológico real, y no destruir en forma irreparable el cuerpo para conseguir
algo que no se logrará, que es llegar al sexo opuesto naturalmente.
En los casos en que se considera
la posibilidad de una intervención no será para cambiar el sexo sino para
corregir anomalías.
EL HOMOSEXUAL
Homosexual es aquel sujeto que
tiene atracción por personas de su mismo sexo. A diferencia del transexual, no
desea el cambio de sexo.
Desde el punto de vista
científico no existen pruebas en el sentido que el homosexual tenga una
constitución biológica diferente al heterosexual. Parecería que no es algo
innato sino algo que se aprende.
El homosexual puede ser
exclusivo, si tiene tendencias de atracción por personas de su mismo sexo. O
puede ser bisexual si tiene tendencias hacia personas de su mismo sexo y del
sexo opuesto.
Dentro del ámbito de los
homosexuales, se diferencian los que tienen una tendencia estable a la homosexualidad,
los que tienen una tendencia esporádica, los que tienen eventuales fantasías
homosexuales, y los que realizan actos homosexuales.
Con frecuencia se confunde lo
que es el comportamiento homosexual con lo que es propiamente la homosexualidad.
El primero designa el contacto sexual entre dos personas del mismo sexo
esporádico, circunstancial y excepcional. El segundo se refiere (independiente
de que exista o no una relación sexual) a la situación de aquellas personas que
desde la perspectiva meramente placentera, emocional y cognitiva, experimentan
cierta repugnancia por la conducta heterosexual y una mayor atracción por las
personas del mismo sexo.
Clasificación
Homosexual esencial:
está determinado compulsivamente por un instinto firme. Aquí encontramos a los
totales y exclusivos (está ausente totalmente la tendencia al sexo opuesto) y a
los bisexuales (mantienen además la atracción heterosexual)
Homosexual ocasional: van al encuentro
sexual por razones más superficiales o por puro instinto de aventura.
Homosexualidad imaginaria:
atracción pasajera, sin experiencias físicas
Pseudohomosexualidad:
aparece como motivo principal la dependencia afectiva o el dominio, y
secundariamente la gratificación sexual.
Homosexualidad manifiesta:
la gratificación sexual es el motivo principal.
Caracteres
La relación homosexual típica se
caracteriza por convivencia (se comparte el domicilio, existiendo
comunidad de vida y relación sexual); relación afectiva (existen
sentimientos afectivos y atracción sexual recíprocos); singularidad
(fidelidad recíproca no integrando otras relaciones homosexuales); publicidad
(respecto de terceras personas, se tratan y adquieren fama de conformar una
pareja, siendo reconocidos como tales); estabilidad (se tiende a la
permanencia en el tiempo).
No están en condiciones de procrear ni de formar una
familia, pues existen impedimentos biológicos.
Causa de la homosexualidad
Es posible que el factor causal
sea combinado, que confluyan aspectos
biológicos y culturales.
Se discute si es o no una
enfermedad, y si tal tendencia se tiene desde que se nace. En la actualidad la
ciencia ignora las causas de las desviaciones homosexuales. Los enfoques de la
situación se suelen realizar a partir de paradigmas biologicistas,
psicoanalíticos y socioculturales.
Desde un punto de vista
científico, se ha probado que no tienen ningún defecto hormonal.
Desde un punto de vista
biológico, ciertos científicos postulan que en los homosexuales existirían
ciertas neuronas con estructura propia del otro sexo. Según esta teoría
biológica, existirían aspectos orgánicos y genéticos determinantes.
Se ha probado que no es un
problema hereditario, pues “si la atracción homosexual fuera genética, entonces
uno esperaría que los mellizos idénticos tuvieran la misma orientación sexual.
Sin embargo hay numerosos casos de mellizos idénticos que no lo son en su
orientación sexual. Hasta la fecha ningún factor genético, sexual o de otro
tipo ha sido descubierto como elemento diferenciador de personas con tendencias
homosexuales.
Desde otro punto de vista,
algunos sostienen que el homosexual afronta una situación psicológicamente
perturbada. Entre las recientes propuestas psicológicas, las hipótesis
denominadas “conductistas” son las que han tenido mejor acogida. Postulan que
la conducta y la orientación homosexual son algo aprendido en función de la
exposición a ciertos factores que al fin resultan determinantes.,
particularmente lo que se aprende, ve y experimenta en la adolescencia.
Se analizan dos fuentes de
orientación homosexual: la existencia de un ambiente familiar patógeno y el
abuso sexual.
No se puede ignorar los efectos
nocivos de una sociedad permisiva en el ámbito de la pornografía, fomentada a
extremos increíbles con fines comerciales, logrando el lucro en el fomento de
la perversión y poniendo de moda conductas y relaciones atentatorias contra la
moralidad natural y universal de la sociedad.
Asistimos paradójicamente a un
intento de equiparación entre homosexuales y heterosexuales. La homosexualidad
se ha trasformado hoy en una tendencia ideológica y politizada por el estado de
ignorancia científica acerca de sus causas y por la presión de los homosexuales
“militantes”.
Una cosa es la causa de la
inclinación que predispone a la homosexualidad y otra es que la persona se
entregue voluntariamente a ella. Las causas no obligan a la persona como ser
racional y libre, a dejarse llevar por la mala inclinación.
Hasta el momento no se dispone de
datos que acrediten si este es un problema congénito o adquirido. Factores
prenatales como postnatales pueden ser los determinantes.
Aspectos terapéuticos
(anormalidad de la homosexualidad)
Para los que idealizan la
libertad sexual, la homosexualidad aparece como una alternativa diversa de la
heterosexualidad.
La mayoría de estudios, clínicos
o psiquiátricos, presentan a la homosexualidad como una desarmonía o como una
anomalía.
La homosexualidad es una
anormalidad y no es algo natural, lo que debe inferirse de la anatomía y
fisiología humanas.
Curación
Velar por una armonía en la
educación familiar, encauzando en las costumbres sociales propias de su sexo al
niño en desarrollo. Si las necesidades emocionales y de desarrollo de cada niño
se satisfacen adecuadamente por la familia y por sus iguales, el desarrollo de
atracción homoerótica es muy poco probable. Los niños necesitan cariño,
alabanzas y aceptación por ambos padres, por sus hermanos y por sus iguales.
Cuando aparecen posibles tendencias o actitudes que no son propias del sexo, la
educación adecuada encauza y puede ser determinante de la desaparición del
problema.
La homosexualidad es una anomalía
curable. Podrá ser más o menos difícil pero no imposible. Se trata de algo
posible de encauzar. Experiencias negativas en la niñez pueden ser
contrarrestadas por interacciones positivas. Hacen una decisión consciente de
evitar las tentaciones. La presencia y el poder de la gracia de Dios, no pueden
ser ignorados como uno de los factores que puede ayudar a los sujetos en riesgo
para evitar la atracción homerótica. Adolescentes o niños pueden recibir
consejos adecuados para superar problemas de traumas emocionales anteriores. Es
posible que el homosexual se cure si tiene la intención de hacerlo. El camino de la curación no pasa por la
compasión y mucho menos por considerar la situación como normal.
Aspectos personales
Existen ciertas causas
predisponentes a la homosexualidad:
a)
maltrato o falta de trato de los padres hacia los hijos
durante su niñez
b)
desconfianza y miedo
c)
soledad y tristeza
d)
agresividad
e)
sentimiento de ser inadecuado o de falta de confianza
en sí mismo.
Si la persona asume la conducta
homosexual, ello le acarrea consecuencias personales muy graves.
La relación homosexual es anal y
contra natura en el 90% de casos. Estas relaciones causan daños inmunológicos y
la posibilidad de trasmisión de infecciones como la hepatitis, sífilis, SIDA.
El riesgo es mayor pues cada homosexual tiene diferentes compañeros sexuales.
Su estilo de vida determina que
su esperanza de vida sea menor, no solo por el riesgo de SIDA sino porque son
más proclives a enfermedades del corazón, cáncer, fallas hepáticas. El índice
de suicidios entre ellos es mayor.
La homosexualidad causa grave
daño físico y mental. La proporción de homosexuales que abusan de los niños es
40 veces más que en los heterosexuales.
El SIDA y los homosexuales
Uno de los peores efectos ha sido
la extensión de la epidemia del SIDA. Muchas personas se han visto afectadas,
no solo los homosexuales.
Lo grave e irresponsable de los
promotores de la homosexualidad está en que se la presenta como una opción o un
derecho propio de la libertad sexual y como algo normal. Propio de esta
libertad es permitir la relación sexual anal y como consecuencia fomentar el
SIDA que es hoy una epidemia incontrolable.
El homosexual busca solamente
satisfacción sexual. Solo se ocupa de sí mismo y de cómo usar a los demás para
sus propósitos.
Aspectos sociales
Al inicio de la década del 50 el
homosexual era penalizado y considerado como un grave infractor,
marginándosele. En la actualidad se advierte un proceso de tolerancia social,
que crece progresivamente, a tal extremo
que se pretende equiparar las relaciones entre homosexuales y heterosexuales.
Existe una presión importante de
sectores organizados a favor de la vida homosexual. Organizaciones
internacionales propician esta forma de vida (Fundación Rockefeller, la Ford,
el Banco Mundial).
En la actualidad el problema de
la homosexualidad no está en definirse como anti-gay, sino en definirse como
pro-matrimonio, pro-familia y pro-sexualidad natural.
No parece ético que se compare la
actividad homosexual con la heterosexual. Es preocupante que los homosexuales
encaucen el deseo sexual hacia los niños o jóvenes preadolescentes.
Cultura “gay”
El comportamiento social de los
homosexuales se ha caracterizado por una tendencia hacia la identificación
entre unos y otros, a reunirse en grupos homogéneos y a fundar clubes privados.
Tienen una estructura fuertemente narcisista de la personalidad., y la voluntad
de aislarse e integrar grupos homogéneos de unisexuales. El término cultura
“gay” indica una persona con orientación homosexual que adopta públicamente un
estilo de vida homosexual y que se esfuerza por lograr que la sociedad lo
acepte como plenamente legitimo.
Se busca la justificación y
exaltación publica de la homosexualidad, buscando una plena aceptación en la
mentalidad social, y a través de una presión creciente, cambiar la legislación
para que uniones homosexuales puedan gozar de los mismos derechos que el
matrimonio, incluso del de adopción.
Ciertos grupos de homosexuales se
han convertido en centros económicamente poderosos, lo que ha llevado a lograr
que los políticos de ciertos países les otorguen ciertas concesiones.
En la actualidad grupos de
personas se declaran abiertamente homosexuales. Se ve manifestaciones de miles
de “parejas” homosexuales reclamando “reivindicaciones”.
En USA se fundo en 1993 una
iglesia para homosexuales que incluso aplica sacramentos a sus miembros, y
tiene seguidores en USA, México y algunos países de Sudamérica.
Esta promoción de ideología
homosexual ha llegado al punto de proponerse en ciertas escuelas de USA como
parte de su formación o educación sexual. Esta promoción entre niños y jóvenes
pone en peligro a la familia y a la misma sociedad.
Para llevar a cabo estas campañas
se utilizan los medios de difusión masivos (cine, televisión) y la “ciencia”.
Se busca además minar la autoridad moral de la Iglesia presentándola como
retrograda y anticuada, desfasada con los tiempos y los últimos descubrimientos
de la sicología.
El Estado no puede renunciar a
reconocer la promoción y defensa de la familia, fundada en el matrimonio
heterosexual, monógamo, como parte esencial del bien común.
Movimiento feminista y el lesbianismo
En una época la discriminación
contra la mujer fue notoria, hecho condenado por las sociedades civilizadas. En
1848, en USA surgió un movimiento de justicia e igualdad tendiendo a eliminar
discriminaciones contra la mujer y permitir que esta votara. Estas primeras
pioneras se oponían al aborto que definían como infanticidio.
Paulatinamente surgen ideas como
que “los trabajos de la casa son como vivir en un campo de concentración” y por
lo tanto se sostuvo que la maternidad es un obstáculo para la realización de la
mujer, por tanto no debía procrear y si lo hacia debía abortarse.
En algunas declaraciones
feministas se dice que el matrimonio es el medio usado por los hombres para
explotar a la mujer. Se incitaba a la mujer a no depender de un hombre, siendo importante liberarse de la opresión de
estos. No se censura sustituir al hombre por otra mujer, y se entra en el
lesbianismo. Las denominadas “feministas radicales” (“el lecho conyugal es
la influencia más degenerante en el orden social”) son antimatrimonio. Reivindican los derechos de las lesbianas
dentro de la referencia a la expresión de derechos sexuales.
Pasado el tiempo podemos
preguntarnos ya si la mujer americana por este camino logró la felicidad, y la
respuesta la tenemos, por desgracia, en que lo que sucedió fue: incremento de
suicidios de las mujeres entre 15 y 30 años en un 60%; incremento de
transmisión de enfermedades venéreas; incremento de divorcios en el 200% en los
últimos 30 años.
El movimiento feminista en EE.UU.
ha logrado mejores salarios para las
mujeres profesionales, pero también determinó mayor irresponsabilidad de los
hombres que son, en realidad, los que presionan para que la mujer aborte, e
incluso son los causantes de un aumento progresivo de la violencia doméstica.
Aspectos éticos
La primera reflexión que debemos realizar desde un punto
de vista ético con referencia a la homosexualidad es destacar el deber de
respeto a la dignidad de la persona, lo que supone eliminar deseos de
marginación o discriminación social, actuando con comprensión humana y
colaborando, si fuera posible, en que esta persona supere sus dificultades o
anomalías personales.
En segundo lugar, la mera “tendencia
o inclinación homosexual” por sí sola no puede ser considerada como acto
pecaminoso. Muy diverso es el caso en el que de la mera tendencia se pasa a la
“relación sexual personal de carácter homosexual”.
Es distinto sentir la inclinación
que ceder a ella. En el ámbito de las inclinaciones o tentaciones no hay culpas
o responsabilidades; estas comienzan con las acciones.
No se trata de una condición
intrínsecamente reprochable pues no es elegida con absoluta libertad sino que
puede venir determinada por antecedentes genéticos, por una predisposición
psíquica, por el medio social o familiar.
Pero es una situación anormal, antinatural,
que no puede proponerse o recomendarse como algo valioso o digno de promoción o
tutela. Entre ambos sexos existe natural atracción y complementación y de ello
depende el futuro de la sociedad.
La homosexualidad puede ser
calificada como inmoral pues el sexo no esta cumpliendo la función que
naturalmente debe asumir en los humanos. El sexo tiene una función unitiva y
procreadora, no es solo fuente de placer sino expresión del amor y procreación
humana.
La inmoralidad de la relación
física homosexual radica además en que carece de significado unitivo, en lo que
se refiere a la realización del acto sexual entre personas del mismo sexo, pues
va a estar ausente la utilización del sexo orientado al amor y la procreación
en una unidad total.
Los actos homosexuales deben ser
calificados como intrínsecamente desordenados pues carecen de su finalidad
esencial e indispensable que es ser expresión del amor humano y cumplir una
función procreativa.
Posición de la Iglesia Católica
En el ano 1975 la Sagrada
Congregación para la Doctrina de la fe sostuvo que según un orden moral
objetivo, las relaciones entre homosexuales son actos censurables y depravados.
El ser homosexual en sí, no supone una culpa o un reproche. Lo cuestionable son
los actos desordenados que desarrollan desde el punto de vista sexual. Se
cuestiona la exaltación ideológica de la homosexualidad como normal y libre
expresión de la sexualidad. En 1986 afirma que con la homosexualidad no solo se
ve afectada la finalidad procreativa de la sexualidad, que queda anulada, sino
que se ve anulada la necesaria complementariedad que debe existir entre hombre
y mujer.
En el catecismo de la Iglesia se
señala que la tradición ha señalado siempre que los actos homosexuales son
intrínsecamente desordenados; son contrarios a la ley natural; cierran el acto
sexual al don de la vida; no proceden de una verdadera complementariedad
afectiva y sexual; no pueden recibir aprobación en ningún caso. Se señala que
el homosexual debe ser acogido con respeto, compasión y delicadeza. Se evitara
todo signo de discriminación injusta.
En la Iglesia Católica se diferencia lo que es mera
tendencia u orientación homosexual de lo que es comportamiento homosexual.
La Iglesia llama la atención
sobre la dignidad de la persona de condición homosexual como toda persona en su
aspecto corporal y espiritual. Al mismo tiempo se señala que en el homosexual
existe un desorden moral pues lleva al mal moral. No se censura la tendencia
pero si denuncia la malicia intrínseca de la actividad sexual. La actividad
homosexual es un mal moral intrínseco porque no expresa una unión conyugal
capaz de trasmitir la vida. Debe ayudarse al homosexual a que luche para
superar las tendencias y dificultades, tratándolo con respeto y caridad. los
hay los perversos que hacen alarde de su condición, pero están aquellos que
intentan superar la situación buscando ayuda y comprensión para vencer el
desorden sexual por el que atraviesan.
IDEOLOGÍA DEL GENERO
Según este enfoque, es
cuestionable la división tradicional y natural del sexo en estructura bipolar
(hombre y mujer), pues la variedad del sexo no depende de los aspectos
orgánicos solamente, sino repercuten los aspectos psicológicos y sociales
denominados “construcciones culturales”. Al tiempo que se niega la naturaleza
humana, se sostiene que pueden existir mas de dos sexos o géneros, o sea roles
que se le asignan a la persona según sus caracteres.
Cada persona es libre de hacer y
de ser sexualmente lo que quiera o lo que le exija su personalidad.
Mientras el término sexo hace
referencia a la naturaleza e implica dos posibilidades, varón y mujer, el
término género proviene del campo de la lingüística donde se aprecian tres
variaciones: masculino, femenino y neutro. La masculinidad y la feminidad no
estarían determinadas fundamentalmente por el sexo sino por la cultura.
Cada persona es libre de pertenecer al genero que quiera y
se debe respetar esa decisión.
En esta línea se reivindican los
denominados derechos sexuales reproductivos, por los cuales la persona es libre
de decidir sobre como quiere lograr la reproducción humana. Las lesbianas
pueden ejercer el “derecho” reproductivo acudiendo a la inseminación
artificial.
Se reivindica la libre elección
en asuntos sexuales, reproductivos y de estilo de vida. Se tolera así el
aborto, el lesbianismo y toda forma de sexualidad y reproducción fuera del
matrimonio.
Desde esta ideología se fomenta:
la irresponsabilidad sexual; la cosificación del hombre o la mujer como objetos
de placer sexual; el matrimonio no se aconseja porque sirve para que el hombre
se imponga a la mujer; los hijos son una carga de la que hay que librarse; el
aborto, el homosexualismo son expresiones de la libertad sexual.
Por este camino la mujer pierde
lo más digno y bello de la naturaleza que es la feminidad expresada en el amor
por su familia.
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