miércoles, 30 de julio de 2014

LA MODIFICACIÓN DEL SEXO, EL TRANSEXUALISMO Y LA HOMOSEXUALIDAD

El sexo constituye uno de los caracteres primarios de la identidad personal. El ser masculino o femenino es parte de la identidad de cada uno.

El problema comienza cuando sea por cuestiones terapéuticas o por disfunciones psicológicas
se plantea incertidumbre acerca de la diferencia real existente en la persona en lo que se refiere a su identidad sexual. Puede existir una disociación entre el sexo biológico y el psicológico.

Hay que diferenciar claramente lo que es el transexualismo del homosexualismo. En el primer caso existe un trastorno orgánico, una alteración de las células identificatorias de la persona en lo que se refiere a su sexo. Efectos hormonales influyen en que una persona aparente ser de un sexo cuando en realidad es de otro. La apariencia exterior no coincide con la realidad clínica y psíquica interior. El transexual recurre a la medicina para estabilizar el sexo indeterminado respondiendo a una enfermedad posible de curar.

El homosexualismo hay atracción sexual por personas del mismo sexo; tienen una marcada tendencia a las relaciones con personas de su mismo sexo. A diferencia del transexual no se inclinan por pasar al otro sexo ni experimentan repugnancia por sus órganos.

DESAJUSTES SEXUALES                     


La sexualidad esta conformada por una realidad psíquica, espiritual y corporal. Partiendo de la dualidad sexual, la vida humana depende de la complementariedad e integridad de ambos sexos.

El sexo de cada persona depende del juego y combinación cromosómica. La presencia de cromosomas XX determina la existencia del sexo femenino y la presencia del par XY la del masculino. Los cromosomas determinan el sexo y por ello se alude a un sexo cromosómico
Sexo gonádico, la diferenciación se encuentra en los órganos genitales.

Se habla de un sexo psicológico y heterófilo. El primero referido a la vivencia mental que cada persona tiene de su sexo, y depende del ambiente, de la educación recibida, del entorno social. Si falla algunos de estos aspectos puede darse un desajuste psicológico (educativo) que lleve a la persona a vivir problemas en la definición de su identidad sexual. Pueden advertirse deficiencias orgánicas por problemas en la diferenciación sexual como en el Síndrome de Turner, donde falta un segundo cromosoma y no se tiene la diferenciación de los ovarios o de los testículos; o en el Síndrome de Klinefelter donde hay un exceso en la preeminencia de un cromosoma y aparecen órganos sexuales raquíticos, mamas masculinas mas desarrolladas de lo normal.

TRANSEXUALISMO


Son personas que creen que nacieron con el sexo orgánicamente equivocado, y tratan de cambiarlo por medio de tratamientos medico-quirúrgicos. Son predominantemente hombres que se sienten y quieren vivir como mujeres.

Sufren una profunda tensión psicológica pues son conscientes de su identidad sexual cromosómica, pero desean actuar como si fueran del sexo opuesto.

Como enfermedad se caracteriza por presentar en su origen, irregularidades en los datos cromosómicos, que en principio debieron estar constituidos por un patrimonio sexual heredado en el instante de la concepción. Los caracteres gonádicos están condicionados por los cromosómicos, y relacionados a su vez con los hormonales y con las características genitales.

Se define por tanto como el sexo físico normal en sus componentes, y la tendencia psicológica en sentido opuesto. Casi la totalidad de casos son sujetos de sexo físico masculino que psicológicamente se sienten mujeres y que tienden a identificarse con el sexo femenino. Son raros los casos en sentido inverso. Existe una “pulsión” por pertenecer al sexo opuesto al genético, lo que se asocia al deseo obsesivo de liberarse de los atributos genitales propios para adquirir los del sexo opuesto.

En la homosexualidad el aspecto físico no es sentido de modo ambiguo; es usado para la satisfacción erótica depositada en sujetos del mismo sexo. El homosexual no desea cambiar de sexo, simplemente tener relaciones sexuales con sujetos del mismo sexo. En esto radica la diferencia con el transexual.

El travestismo es un síndrome en el cual no hay deseo profundo de cambiar de sexo, sino que se ha instaurado una necesidad psíquica de vestirse con ropa del otro sexo, como condición necesaria para alcanzar la excitación sexual; se busca la relación sexual con sujetos del sexo opuesto.

Matrimonio de transexuales

La fertilidad efectiva no es un requisito esencial para el matrimonio, pero sí lo es la apertura a la vida y la existencia de relaciones sexuales auténticas que permitan a los esposos una unión sexual verdadera y completa.

Cuando se esta ante casos de transexualismo, la existencia de una severa disfunción entre el sexo somático y el psicológico pone en evidencia serios trastornos en los aspectos sexuales que pueden inhibir le existencia de un matrimonio auténtico. Es fácil comprender las trágicas consecuencias que puede tener un cambio de sexo en la vida familiar.
Se destruye la vida familiar y se lesionan los derechos del cónyuge y de los hijos y la vida de relación social.

CAMBIO DE SEXO


Habría que preguntarse si existe libertad de elección del sexo que más se desea como expresión de la libertad individual de todo sujeto.

En el caso de transexual existe claramente definido el sexo biológico y existe una tendencia psicológica a ir hacia el sexo opuesto. Lo que el transexual desea es cambiar de sexo. La interrogante es si es posible acceder a este deseo.

Aspectos biológicos


Las personas afectadas por estos trastornos siguen un tratamiento medico que se inicia con el psiquiatra. Si la situación es irreversible en un primer momento se viste como miembro del sexo opuesto, luego se trata hormonalmente con estrógenos o testosterona para obtener cambios físicos. Pasado un tiempo queda por determinar si existe la posibilidad de llegar a la intervención quirúrgica.

No existe un fin terapéutico


Las intervenciones quirúrgicas que se realizan para la modificación del sexo, no tienden a curar propiamente, ni logran el cambio de sexo porque en definitiva no se altera el factor cromosómico ni psicológico. De lo que se trata es de liberar al transexual del tormento que supone el conflicto cotidiano entre una apariencia sexual que se rechaza y el sexo psicosocial que es el sentido y vivido.

El transexual se caracteriza por anhelar la intervención quirúrgica como el único medio efectivo para poder acceder a su verdadera identidad sexual y obtener el reconocimiento jurídico de tal transformación.

Polémica acerca del cambio de sexo


Hay quienes sostienen que la ciencia ha demostrado que el sexo cromosómico con el que el sujeto surge a la vida es inmodificable más allá de las intervenciones quirúrgicas que se puedan realizar. Justifican el cambio de sexo sólo cuando se trata de precisar el sexo originario en la eventualidad que este no haya sido quedado definido claramente.

Con referencia al cambio de sexo, en el ámbito de la doctrina y la ética hay quienes asumen una posición favorable en el sentido de su regularización, mientras que otros sostienen que esto no es posible.

Quienes asumen una posición favorable parten del respeto de la libertad personal y del libre desarrollo de la personalidad.

Quienes sustentan una posición contraria señalan que el derecho a la libertad personal, impone en el sujeto, frente al derecho de los demás, un correlativo deber a su cargo. Existe la preocupación de proteger el orden publico, las buenas costumbres, y se parte del hecho científico que el denominado cambio de sexo en realidad no es tal.

Lo único que se admite como conveniente es una profilaxis que maneje psicológicamente el tema sexual en el paciente, pero no se justifica una intervención médico-quirúrgica, pues esta supone una simple apariencia en cuanto a los órganos sexuales externos, sin responder a la realidad.

Razones de orden publico lo limitan; se refieren a la necesidad social de certeza en cuanto a la identidad personal y ésta sólo se tiene si existe concordancia entre la realidad y el sexo originario que figura en los Registros del estado Civil.
El transexual, cuando pretende un cambio de sexo, en esencia va a perder su capacidad de procrear, renunciando a este derecho fundamental.

Un cambio de sexo supone un acto de disposición del propio cuerpo y en cuanto tal, puede estar prohibido en la medida en que ocasione una disminución permanente de la integridad física, lo que supondría una transgresión al orden publico y a las buenas costumbres.


Aspectos éticos


Se enfrentan dos posturas. Por un lado están los que consideran que debe darse una prioridad a la realidad biológica original como punto ético de partida, y todo lo que se haga en contra es ir contra lo natural.

Otros entienden que lo natural está en la identidad psicológica y que ésta debe respetarse y protegerse. Se admite el cambio de sexo siempre que no responda a un fin morboso, sino a la realidad situacional de la persona.

Lo grave es que se va a la castración de la persona, y a colocarle órganos sexuales falsos, lo que no es más que una simulación. Los que aplican técnicas de cambio de sexo reconocen que son una “farsa”.

Se debe tratar de superar el problema mediante tratamientos psiquiátricos y hormonales, dirigidos al sexo biológico real, y no destruir en forma irreparable el cuerpo para conseguir algo que no se logrará, que es llegar al sexo opuesto naturalmente.

En los casos en que se considera la posibilidad de una intervención no será para cambiar el sexo sino para corregir anomalías.

EL HOMOSEXUAL


Homosexual es aquel sujeto que tiene atracción por personas de su mismo sexo. A diferencia del transexual, no desea el cambio de sexo.

Desde el punto de vista científico no existen pruebas en el sentido que el homosexual tenga una constitución biológica diferente al heterosexual. Parecería que no es algo innato sino algo que se aprende.

El homosexual puede ser exclusivo, si tiene tendencias de atracción por personas de su mismo sexo. O puede ser bisexual si tiene tendencias hacia personas de su mismo sexo y del sexo opuesto.

Dentro del ámbito de los homosexuales, se diferencian los que tienen una tendencia estable a la homosexualidad, los que tienen una tendencia esporádica, los que tienen eventuales fantasías homosexuales, y los que realizan actos homosexuales.

Con frecuencia se confunde lo que es el comportamiento homosexual con lo que es propiamente la homosexualidad. El primero designa el contacto sexual entre dos personas del mismo sexo esporádico, circunstancial y excepcional. El segundo se refiere (independiente de que exista o no una relación sexual) a la situación de aquellas personas que desde la perspectiva meramente placentera, emocional y cognitiva, experimentan cierta repugnancia por la conducta heterosexual y una mayor atracción por las personas del mismo sexo.

Clasificación


Homosexual esencial: está determinado compulsivamente por un instinto firme. Aquí encontramos a los totales y exclusivos (está ausente totalmente la tendencia al sexo opuesto) y a los bisexuales (mantienen además la atracción heterosexual)
Homosexual ocasional: van al encuentro sexual por razones más superficiales o por puro instinto de aventura.
Homosexualidad imaginaria: atracción pasajera, sin experiencias físicas
Pseudohomosexualidad: aparece como motivo principal la dependencia afectiva o el dominio, y secundariamente la gratificación sexual.
Homosexualidad manifiesta: la gratificación sexual es el motivo principal.

Caracteres


La relación homosexual típica se caracteriza por convivencia (se comparte el domicilio, existiendo comunidad de vida y relación sexual); relación afectiva (existen sentimientos afectivos y atracción sexual recíprocos); singularidad (fidelidad recíproca no integrando otras relaciones homosexuales); publicidad (respecto de terceras personas, se tratan y adquieren fama de conformar una pareja, siendo reconocidos como tales); estabilidad (se tiende a la permanencia en el tiempo).

No están en condiciones de procrear ni de formar una familia, pues existen impedimentos biológicos.

Causa de la homosexualidad


Es posible que el factor causal sea combinado, que confluyan  aspectos biológicos y culturales.

Se discute si es o no una enfermedad, y si tal tendencia se tiene desde que se nace. En la actualidad la ciencia ignora las causas de las desviaciones homosexuales. Los enfoques de la situación se suelen realizar a partir de paradigmas biologicistas, psicoanalíticos y socioculturales.

Desde un punto de vista científico, se ha probado que no tienen ningún defecto hormonal.

Desde un punto de vista biológico, ciertos científicos postulan que en los homosexuales existirían ciertas neuronas con estructura propia del otro sexo. Según esta teoría biológica, existirían aspectos orgánicos y genéticos determinantes.
Se ha probado que no es un problema hereditario, pues “si la atracción homosexual fuera genética, entonces uno esperaría que los mellizos idénticos tuvieran la misma orientación sexual. Sin embargo hay numerosos casos de mellizos idénticos que no lo son en su orientación sexual. Hasta la fecha ningún factor genético, sexual o de otro tipo ha sido descubierto como elemento diferenciador de personas con tendencias homosexuales.

Desde otro punto de vista, algunos sostienen que el homosexual afronta una situación psicológicamente perturbada. Entre las recientes propuestas psicológicas, las hipótesis denominadas “conductistas” son las que han tenido mejor acogida. Postulan que la conducta y la orientación homosexual son algo aprendido en función de la exposición a ciertos factores que al fin resultan determinantes., particularmente lo que se aprende, ve y experimenta en la adolescencia.

Se analizan dos fuentes de orientación homosexual: la existencia de un ambiente familiar patógeno y el abuso sexual.

No se puede ignorar los efectos nocivos de una sociedad permisiva en el ámbito de la pornografía, fomentada a extremos increíbles con fines comerciales, logrando el lucro en el fomento de la perversión y poniendo de moda conductas y relaciones atentatorias contra la moralidad natural y universal de la sociedad.

Asistimos paradójicamente a un intento de equiparación entre homosexuales y heterosexuales. La homosexualidad se ha trasformado hoy en una tendencia ideológica y politizada por el estado de ignorancia científica acerca de sus causas y por la presión de los homosexuales “militantes”.

Una cosa es la causa de la inclinación que predispone a la homosexualidad y otra es que la persona se entregue voluntariamente a ella. Las causas no obligan a la persona como ser racional y libre, a dejarse llevar por la mala inclinación.

Hasta el momento no se dispone de datos que acrediten si este es un problema congénito o adquirido. Factores prenatales como postnatales pueden ser los determinantes.

Aspectos terapéuticos (anormalidad de la homosexualidad)

Para los que idealizan la libertad sexual, la homosexualidad aparece como una alternativa diversa de la heterosexualidad.

La mayoría de estudios, clínicos o psiquiátricos, presentan a la homosexualidad como una desarmonía o como una anomalía.

La homosexualidad es una anormalidad y no es algo natural, lo que debe inferirse de la anatomía y fisiología humanas.

Curación


Velar por una armonía en la educación familiar, encauzando en las costumbres sociales propias de su sexo al niño en desarrollo. Si las necesidades emocionales y de desarrollo de cada niño se satisfacen adecuadamente por la familia y por sus iguales, el desarrollo de atracción homoerótica es muy poco probable. Los niños necesitan cariño, alabanzas y aceptación por ambos padres, por sus hermanos y por sus iguales. Cuando aparecen posibles tendencias o actitudes que no son propias del sexo, la educación adecuada encauza y puede ser determinante de la desaparición del problema.

La homosexualidad es una anomalía curable. Podrá ser más o menos difícil pero no imposible. Se trata de algo posible de encauzar. Experiencias negativas en la niñez pueden ser contrarrestadas por interacciones positivas. Hacen una decisión consciente de evitar las tentaciones. La presencia y el poder de la gracia de Dios, no pueden ser ignorados como uno de los factores que puede ayudar a los sujetos en riesgo para evitar la atracción homerótica. Adolescentes o niños pueden recibir consejos adecuados para superar problemas de traumas emocionales anteriores. Es posible que el homosexual se cure si tiene la intención de hacerlo.  El camino de la curación no pasa por la compasión y mucho menos por considerar la situación como normal.

Aspectos personales


Existen ciertas causas predisponentes a la homosexualidad:
a)      maltrato o falta de trato de los padres hacia los hijos durante su niñez
b)      desconfianza y miedo
c)      soledad y tristeza
d)     agresividad
e)      sentimiento de ser inadecuado o de falta de confianza en sí mismo.

Si la persona asume la conducta homosexual, ello le acarrea consecuencias personales muy graves.

La relación homosexual es anal y contra natura en el 90% de casos. Estas relaciones causan daños inmunológicos y la posibilidad de trasmisión de infecciones como la hepatitis, sífilis, SIDA. El riesgo es mayor pues cada homosexual tiene diferentes compañeros sexuales.

Su estilo de vida determina que su esperanza de vida sea menor, no solo por el riesgo de SIDA sino porque son más proclives a enfermedades del corazón, cáncer, fallas hepáticas. El índice de suicidios entre ellos es mayor.

La homosexualidad causa grave daño físico y mental. La proporción de homosexuales que abusan de los niños es 40 veces más que en los heterosexuales.

El SIDA y los homosexuales


Uno de los peores efectos ha sido la extensión de la epidemia del SIDA. Muchas personas se han visto afectadas, no solo los homosexuales.

Lo grave e irresponsable de los promotores de la homosexualidad está en que se la presenta como una opción o un derecho propio de la libertad sexual y como algo normal. Propio de esta libertad es permitir la relación sexual anal y como consecuencia fomentar el SIDA que es hoy una epidemia incontrolable.
El homosexual busca solamente satisfacción sexual. Solo se ocupa de sí mismo y de cómo usar a los demás para sus propósitos.

Aspectos sociales


Al inicio de la década del 50 el homosexual era penalizado y considerado como un grave infractor, marginándosele. En la actualidad se advierte un proceso de tolerancia social, que crece  progresivamente, a tal extremo que se pretende equiparar las relaciones entre homosexuales y heterosexuales.

Existe una presión importante de sectores organizados a favor de la vida homosexual. Organizaciones internacionales propician esta forma de vida (Fundación Rockefeller, la Ford, el Banco Mundial).

En la actualidad el problema de la homosexualidad no está en definirse como anti-gay, sino en definirse como pro-matrimonio, pro-familia y pro-sexualidad natural.

No parece ético que se compare la actividad homosexual con la heterosexual. Es preocupante que los homosexuales encaucen el deseo sexual hacia los niños o jóvenes preadolescentes.

Cultura “gay”


El comportamiento social de los homosexuales se ha caracterizado por una tendencia hacia la identificación entre unos y otros, a reunirse en grupos homogéneos y a fundar clubes privados. Tienen una estructura fuertemente narcisista de la personalidad., y la voluntad de aislarse e integrar grupos homogéneos de unisexuales. El término cultura “gay” indica una persona con orientación homosexual que adopta públicamente un estilo de vida homosexual y que se esfuerza por lograr que la sociedad lo acepte como plenamente legitimo.

Se busca la justificación y exaltación publica de la homosexualidad, buscando una plena aceptación en la mentalidad social, y a través de una presión creciente, cambiar la legislación para que uniones homosexuales puedan gozar de los mismos derechos que el matrimonio, incluso del de adopción.

Ciertos grupos de homosexuales se han convertido en centros económicamente poderosos, lo que ha llevado a lograr que los políticos de ciertos países les otorguen ciertas concesiones.

En la actualidad grupos de personas se declaran abiertamente homosexuales. Se ve manifestaciones de miles de “parejas” homosexuales reclamando “reivindicaciones”.

En USA se fundo en 1993 una iglesia para homosexuales que incluso aplica sacramentos a sus miembros, y tiene seguidores en USA, México y algunos países de Sudamérica.

Esta promoción de ideología homosexual ha llegado al punto de proponerse en ciertas escuelas de USA como parte de su formación o educación sexual. Esta promoción entre niños y jóvenes pone en peligro a la familia y a la misma sociedad.

Para llevar a cabo estas campañas se utilizan los medios de difusión masivos (cine, televisión) y la “ciencia”. Se busca además minar la autoridad moral de la Iglesia presentándola como retrograda y anticuada, desfasada con los tiempos y los últimos descubrimientos de la sicología.

El Estado no puede renunciar a reconocer la promoción y defensa de la familia, fundada en el matrimonio heterosexual, monógamo, como parte esencial del bien común.

Movimiento feminista y el lesbianismo


En una época la discriminación contra la mujer fue notoria, hecho condenado por las sociedades civilizadas. En 1848, en USA surgió un movimiento de justicia e igualdad tendiendo a eliminar discriminaciones contra la mujer y permitir que esta votara. Estas primeras pioneras se oponían al aborto que definían como infanticidio.

Paulatinamente surgen ideas como que “los trabajos de la casa son como vivir en un campo de concentración” y por lo tanto se sostuvo que la maternidad es un obstáculo para la realización de la mujer, por tanto no debía procrear y si lo hacia debía abortarse.

En algunas declaraciones feministas se dice que el matrimonio es el medio usado por los hombres para explotar a la mujer. Se incitaba a la mujer a no depender de un hombre,  siendo importante liberarse de la opresión de estos. No se censura sustituir al hombre por otra mujer, y se entra en el lesbianismo. Las denominadas “feministas radicales” (“el lecho conyugal es la influencia más degenerante en el orden social”) son antimatrimonio.  Reivindican los derechos de las lesbianas dentro de la referencia a la expresión de derechos sexuales.

Pasado el tiempo podemos preguntarnos ya si la mujer americana por este camino logró la felicidad, y la respuesta la tenemos, por desgracia, en que lo que sucedió fue: incremento de suicidios de las mujeres entre 15 y 30 años en un 60%; incremento de transmisión de enfermedades venéreas; incremento de divorcios en el 200% en los últimos 30 años.

El movimiento feminista en EE.UU. ha logrado  mejores salarios para las mujeres profesionales, pero también determinó mayor irresponsabilidad de los hombres que son, en realidad, los que presionan para que la mujer aborte, e incluso son los causantes de un aumento progresivo de la violencia doméstica.

Aspectos éticos


La primera reflexión que debemos realizar desde un punto de vista ético con referencia a la homosexualidad es destacar el deber de respeto a la dignidad de la persona, lo que supone eliminar deseos de marginación o discriminación social, actuando con comprensión humana y colaborando, si fuera posible, en que esta persona supere sus dificultades o anomalías personales.

En segundo lugar, la mera “tendencia o inclinación homosexual” por sí sola no puede ser considerada como acto pecaminoso. Muy diverso es el caso en el que de la mera tendencia se pasa a la “relación sexual personal de carácter homosexual”.

Es distinto sentir la inclinación que ceder a ella. En el ámbito de las inclinaciones o tentaciones no hay culpas o responsabilidades; estas comienzan con las acciones.

No se trata de una condición intrínsecamente reprochable pues no es elegida con absoluta libertad sino que puede venir determinada por antecedentes genéticos, por una predisposición psíquica, por el medio social o familiar.

Pero es una situación anormal, antinatural, que no puede proponerse o recomendarse como algo valioso o digno de promoción o tutela. Entre ambos sexos existe natural atracción y complementación y de ello depende el futuro de la sociedad.

La homosexualidad puede ser calificada como inmoral pues el sexo no esta cumpliendo la función que naturalmente debe asumir en los humanos. El sexo tiene una función unitiva y procreadora, no es solo fuente de placer sino expresión del amor y procreación humana.

La inmoralidad de la relación física homosexual radica además en que carece de significado unitivo, en lo que se refiere a la realización del acto sexual entre personas del mismo sexo, pues va a estar ausente la utilización del sexo orientado al amor y la procreación en una unidad total.

Los actos homosexuales deben ser calificados como intrínsecamente desordenados pues carecen de su finalidad esencial e indispensable que es ser expresión del amor humano y cumplir una función procreativa.

Posición de la Iglesia Católica


En el ano 1975 la Sagrada Congregación para la Doctrina de la fe sostuvo que según un orden moral objetivo, las relaciones entre homosexuales son actos censurables y depravados. El ser homosexual en sí, no supone una culpa o un reproche. Lo cuestionable son los actos desordenados que desarrollan desde el punto de vista sexual. Se cuestiona la exaltación ideológica de la homosexualidad como normal y libre expresión de la sexualidad. En 1986 afirma que con la homosexualidad no solo se ve afectada la finalidad procreativa de la sexualidad, que queda anulada, sino que se ve anulada la necesaria complementariedad que debe existir entre hombre y mujer.

En el catecismo de la Iglesia se señala que la tradición ha señalado siempre que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados; son contrarios a la ley natural; cierran el acto sexual al don de la vida; no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual; no pueden recibir aprobación en ningún caso. Se señala que el homosexual debe ser acogido con respeto, compasión y delicadeza. Se evitara todo signo de discriminación injusta.

En la Iglesia Católica se diferencia lo que es mera tendencia u orientación homosexual de lo que es comportamiento homosexual.

La Iglesia llama la atención sobre la dignidad de la persona de condición homosexual como toda persona en su aspecto corporal y espiritual. Al mismo tiempo se señala que en el homosexual existe un desorden moral pues lleva al mal moral. No se censura la tendencia pero si denuncia la malicia intrínseca de la actividad sexual. La actividad homosexual es un mal moral intrínseco porque no expresa una unión conyugal capaz de trasmitir la vida. Debe ayudarse al homosexual a que luche para superar las tendencias y dificultades, tratándolo con respeto y caridad. los hay los perversos que hacen alarde de su condición, pero están aquellos que intentan superar la situación buscando ayuda y comprensión para vencer el desorden sexual por el que atraviesan.

IDEOLOGÍA DEL GENERO


Según este enfoque, es cuestionable la división tradicional y natural del sexo en estructura bipolar (hombre y mujer), pues la variedad del sexo no depende de los aspectos orgánicos solamente, sino repercuten los aspectos psicológicos y sociales denominados “construcciones culturales”. Al tiempo que se niega la naturaleza humana, se sostiene que pueden existir mas de dos sexos o géneros, o sea roles que se le asignan a la persona según sus caracteres.

Cada persona es libre de hacer y de ser sexualmente lo que quiera o lo que le exija su personalidad.

Mientras el término sexo hace referencia a la naturaleza e implica dos posibilidades, varón y mujer, el término género proviene del campo de la lingüística donde se aprecian tres variaciones: masculino, femenino y neutro. La masculinidad y la feminidad no estarían determinadas fundamentalmente por el sexo sino por la cultura.

Cada persona es libre de pertenecer al genero que quiera y se debe respetar esa decisión.
En esta línea se reivindican los denominados derechos sexuales reproductivos, por los cuales la persona es libre de decidir sobre como quiere lograr la reproducción humana. Las lesbianas pueden ejercer el “derecho” reproductivo acudiendo a la inseminación artificial.

Se reivindica la libre elección en asuntos sexuales, reproductivos y de estilo de vida. Se tolera así el aborto, el lesbianismo y toda forma de sexualidad y reproducción fuera del matrimonio.

Desde esta ideología se fomenta: la irresponsabilidad sexual; la cosificación del hombre o la mujer como objetos de placer sexual; el matrimonio no se aconseja porque sirve para que el hombre se imponga a la mujer; los hijos son una carga de la que hay que librarse; el aborto, el homosexualismo son expresiones de la libertad sexual.

Por este camino la mujer pierde lo más digno y bello de la naturaleza que es la feminidad expresada en el amor por su familia.

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