Es un documento en
el que una persona manifiesta su voluntad sobre los tratamientos médicos que
desea recibir o no en caso de padecer una enfermedad irreversible o terminal,
que le haya llevado a un estado tal que le imposibilite expresar su voluntad
sobre la cuestión.
En el testamento
vital también puede solicitarse la administración de determinado tipo de
fármacos para eliminar los sufrimientos finales.
CONCEPTO
El testamento vital, también denominado
“directiva anticipada” o “carta de autodeterminación”, está pensado para prever
el respeto de la voluntad del paciente en la eventualidad en que éste se
encuentre en circunstancias tales que no le permitan expresar libremente y a
conciencia su voluntad respecto de la forma como desea morir.
En estos documentos
puede decirse que en estas circunstancias se desea morir en la casa y no en un
hospital, puede solicitarse que no se prolongue artificial o en forma
innecesaria la vida... pero lo que no puede hacerse es autorizar a que se
decida sobre la vida.
En esencia es un
documento firmado ante testigos, en el cual un adulto, en su sano juicio,
libremente informa al personal médico que desea que no le administren o le
retiren los medios de conservación de la vida en ciertas circunstancias. Es
decir, si se encuentra en los últimos momentos de su vida y si en dichos
momentos no está capacitado para tomar la decisión por sí mismo.
El grave problema
es que los denominados testamentos vitales suelen tener un contenido ambiguo,
con definiciones vagas e imprecisas, que de alguna manera son proclives a la
eutanasia, y significan un grave riesgo pues luego tienen que ser interpretadas
por el médico.
Ante un testamento
vital redactado por el enfermo, el médico puede seguir dos caminos. Puede
cumplir la voluntad del enfermo, en cuyo caso podría ser lícito relevar al
médico de responsabilidad; o bien puede hacer su propia evaluación y decidir en
contra de la voluntad del paciente. Un médico no puede actuar contra su
conciencia, especialmente cuando se trata de actos intrínsecamente malos como
matar. Si el médico plantea una objeción de conciencia, esta no puede ser
violentada, por mas testamento vital que haya.
CONSECUENCIAS NEGATIVAS
1.
No es fácil la reglamentación de
la eutanasia en la que pueda determinarse cuándo es firme y definitiva la
voluntad del enfermo para que se le ponga fin a la existencia. La presencia
de un testamento previo solicitando la eutanasia no garantiza que el paciente
siga deseando la muerte en el trance final de la enfermedad.
2.
La existencia de una
posibilidad legal de la eutanasia puede actuar sobre el enfermo en forma de una
presión moral que le impulse a pedir que se ponga fin a su vida, aunque no lo desee íntimamente.
3.
La admisión de la eutanasia tendrá
efectos negativos en cuanto a la imagen social del médico.
FORMAS DE TESTAMENTO VITAL
En USA existen básicamente dos formas a
través de las cuales es posible redactar un testamento vital.
a)
Disposición de última voluntad (living will): documento en el que aparece expresada la voluntad del
ciudadano, acerca de cómo pretende enfrentar el eventual padecimiento de una
enfermedad terminal. Se trata de un documento en el que expresa su voluntad de
renunciar a la aplicación de métodos artificiales para extender
innecesariamente su vida.
b)
Apoderar a una persona para que
tome medidas ante ésta instancia (the durable power of
attorney): se trata de dar un poder a una determinada persona para que tome las
medidas necesarias y ponga en práctica el que entiende fue el deseo del
paciente.
Respecto de todas
estas fórmulas u otras que se le puedan ocurrir al hombre desde el punto de
vista jurídico, debe quedar muy claro que la vida no es disponible, ni en forma
directa por el titular, ni por un apoderado, ni por un médico, ni por un
científico. Nadie tiene disponibilidad sobre la vida humana.
¿QUIÉN SE ENCARGARA DE MATAR?
Todo parece indicar
que quien debe intervenir en este acto es el propio médico, pues parece ser
quien está en mejores condiciones para conocer el estado del paciente y aplicar
la eutanasia. Gracias a Dios, son pocos los que realmente son partidarios de
ella.
Proponer que los
médicos sean asesinos se contrapone con el papel que la sociedad
tradicionalmente les ha encomendado: velar por la vida y la salud. La profesión
médica jamás puede involucrarse en esta práctica pues desfigura su imagen y la
relación de confianza que debe existir entre el paciente y su médico.
LA PETICION DEL
PACIENTE
La petición del
paciente se ha convertido en un elemento esencial para la justificación filosófica,
política y jurídica de la eutanasia.
El derecho a morir con dignidad es uno de
los principales argumentos utilizados para promover la legalización de la
eutanasia. A toda persona le asiste el derecho a morir dignamente, pero no
tiene el derecho a disponer de su vida o a que potro disponga de ella. Se
utiliza un peligroso silogismo cuando se establece que la dignidad es el
fundamento de la vida humana y que la enfermedad arrebata esa dignidad. El error está partir de la base de que
dignidad implica calidad de vida. ¿Es indigna una vida enferma?. Nadie tiene
facultades para determinar que al haberse perdido cierto nivel de calidad de
vida es posible prescindir de ella.
Quienes pretenden
fundar la eutanasia en la autonomía del paciente, parten de que se trata de un
acto libre. El respeto a la autonomía del prójimo no es móvil ultimo de
nuestro comportamiento; esto está ligado a un juicio de valor, que debe
ordenarse según los principios universales de la ética.
La frase “es mi
vida y hago con ella lo que quiero”, es errónea, pues no es cierto que la vida
le pertenezca a nadie, ni siquiera a su propio titular. Los testamentos
vitales, sea cual sea su contenido, no eximen al médico de la responsabilidad
de respetar la vida del paciente. No pueden ser utilizados para admitir o
legitimar practicas de autentica eutanasia. La denominada “directiva
anticipada” debe ser un elemento que oriente al médico, sin que por ello lo
obligue o estimule hacia la ejecución de actos malos.
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