DEFINICION
Es la producción artificial y asexuada de células o
individuos genéticamente casi idénticos a otros ya existentes.
TIPOS
Según el fin que se propone hay dos tipos:
a)
Clonación reproductiva: su objetivo es
conseguir el
nacimiento de un nuevo individuo vivo idéntico al clonado.
b)
Clonación terapéutica: su objetivo es producir
un embrión del que se prevé la interrupción de la vida en los primeros estadios
de desarrollo para obtener una serie de células y tejidos, que podrían
trasplantarse en el enfermo sustituyendo las enfermas.
Ambos tipos deben diferenciarse de la clonación
celular que es la subdivisión celular en laboratorio con objeto de conseguir un
conjunto de células del mismo tipo para fines de investigación.
METODO
Hay diferentes métodos. El más conocido e importante
para el hombre es la transferencia de núcleo. Fue experimentado con éxito en
Escocia en 1997, cuando nació la oveja Dolly. Posteriormente se han clonado
otros mamíferos.
Fases del experimento con Dolly:
- Se extrajo el núcleo
de un óvulo no fecundado (célula germinal con la mitad de cromosomas) de
una oveja adulta de raza Blackface.
- Se reemplazo con el
núcleo extraído de una célula somática (cromosomas completos) de otra
oveja de raza Finn Dorset.
- Oportunamente
tratado, el ovulo sin núcleo se fusiono con el nuevo núcleo y se traslado
al útero de una tercera oveja de raza Blackface, donde se desarrolló hasta
el nacimiento de Dolly. Este núcleo de célula somática adulta puesto en el
ovulo se convierte en totipotente, perdiendo las diferenciaciones, y dando
origen a un individuo genéticamente casi idéntico al del que ha sido
extraído; Dolly es una oveja de raza Finn Dorset con las características
de la oveja donante del núcleo.
Es importante observar que en la fecundación humana,
el cigoto es el fruto de la fusión de dos células germinales, el espermatozoide
masculino (23 cromosomas) y el ovulo femenino (23 cromosomas), y poseerá las
características de las dos; en la clonación todos los cromosomas provienen del
núcleo de una única célula somática (46 cromosomas en la especie humana), que
determina sus características genéticas.
JUICIO
ANTROPOLOGICO-ETICO
Clonación
reproductiva animal
Es lícita si su finalidad es la investigación
científica útil al hombre en el campo de la alimentación, salud u otros. Debe
ser regulada para conservar la biodiversidad, para evitar peligros al hombre y
para no caer en una explotación científica y comercial incontrolada.
Clonación
reproductiva humana
Siempre es gravemente ilícita. Los criterios
antropológico-éticos en los que se basa este juicio son tres:
a)
La identidad individual
de cada persona:
Tanto desde el punto de vista
biológico como filosófico, la identidad completa de una persona es irrepetible.
Desde el punto de vista biológico es conocido que la identidad genética, por si
sola, no constituye la identidad biológica del individuo; mutaciones eventuales
debidas a factores biológicos o ambientales, originan una diversidad biológica;
un ejemplo claro es el de los gemelos monocigoticos.
Desde el punto de vista
filosófico, es evidente que una supuesta identidad genética no constituye la
identidad personal. El desarrollo de la personalidad, el entorno sociocultural
y la educación recibida configuran una identidad personal diferente. El caso de
los gemelos monocigoticos lo ejemplifica nuevamente. Además la persona es corpore et anima unus, y esta realidad
ontológica deriva del hecho de que tiene como constitutivo esencial la
racionalidad (el alma espiritual). El espíritu humano es simple, no puede
provenir de la materia ni ser generado por los padres o producido por los
científicos; no puede clonarse, sino que es un don personal y directo de Dios a
cada hombre; esto hace de cada persona humana no solo un individuo de nuestra
especie, sino un individuo único e irrepetible.
La clonación es una violación de
la identidad de la persona tanto a nivel biológico como psicológico.
A nivel biológico, la identidad
personal implica dos cosas: tener un patrimonio genético único y que nadie
tenga tal poder sobre el otro como para decidir y programar su genoma. El
patrimonio genético no agota toda la identidad personal del hombre, pero es,
ciertamente, parte constitutiva de ella, y es lesivo a la dignidad del hombre
que alguien pueda tener dominio tal sobre el otro, hasta el punto de decidir su
constitución genética. La clonación llevaría a una concepción selectiva del hombre
y a la forma más esclavista de manipulación genética.
A nivel psicológico, la identidad
personal abarca, además, todo el mundo de las capacidades psíquicas y del desarrollo
de la personalidad. Si por una parte, es cierto que el alma no puede ser
clonada, por otra, la psicología del “clonado” quedaría profundamente comprometida;
el valor de un individuo no dependería de su identidad personal, sino solo d
las cualidades que posee como “copia”. Hay que imaginar el sufrimiento profundo
del “clonado” que se da cuenta de haber sido querido en cuanto que se asemeja a
alguien, y que sobre él se proyectan ilusiones ligadas al “original” del que es
“copia”. Sufrimientos ligados también a la conciencia de una identidad que no
acepta, y que ha sido impuesta por alguien.
b)
La indisponibilidad
absoluta de la persona a ser tratada como medio:
El carácter absoluto de la
persona impide que pueda ponerse a disposición de alguien, en el sentido de ser
usada como un instrumento. La clonación reproductiva hace esto.
c)
La naturaleza de la
sexualidad y de la procreación humana:
En la clonación se daría
procreación sin sexualidad; la generación de una persona humana se realizaría
completamente mediante una intervención técnica, asexual. Se escinde
completamente la sexualidad y la reproducción, llevando a una forma de rechazo
explicito de la procreación sexual, que tiene a convertir la dualidad sexual en
un residuo sin importancia. La clonación podría dar “vida” a una sociedad solo
de mujeres, capaces de reproducirse sin recurrir a los hombres. En la clonación
se verificaría una ruptura radical de los vínculos de parentesco: la filiación,
la consanguinidad, la paternidad. Una mujer podría ser hermana de su madre, no
tener padre o ser hija de su abuelo.
Clonación con fines terapéuticos y células madre
La
clonación terapéutica es el intento de producir una serie de células y tejidos
para trasplantar en el enfermo y sustituir lo dañado. Puesto que el punto de
partida para producir estas células o tejidos son las “células madre”, todo el
problema ético depende de donde provienen las células madre.
El
mecanismo de clonación a partir de las células madre se explica así: las
células madre son totipotentes, pluripotentes, multipotentes y unipotentes.
Aptas, por tanto, para ser diferenciadas en un modo u otro con adecuadas
técnicas de laboratorio. Pueden convertirse en células nerviosas, ser
multiplicadas y, luego trasplantadas en el organismo de un enfermo, de
Alzheimer, por ejemplo, donde reemplazaran a las dañadas. De este modo
enfermedades hoy incurables podrían pronto ser tratadas con éxito.
El
problema ético esta en el origen de las células madre. En la actualidad son dos
las posibilidades:
a)
Las
células madre adultas se pueden
obtener, especialmente pero no exclusivamente, de la medula ósea de un adulto o
de la placenta y el cordón umbilical, de los recién nacidos. Recientes
descubrimientos muestran que se pueden hallar en casi todo el organismo. El
empleo de las células madre adultas, no presenta ningún problema ético, es
decir, es licito en cuanto tales células se obtienen sin causar daño a los
sujetos interesados.
b)
Las
células madre embrionarias se pueden
conseguir de un embrión cuando todavía está en el estadio de blastocisto. Su
uso con finalidad terapéutica es gravemente ilícito porque comporta la
instrumentalización y destrucción del embrión. Para poder obtener las células
madre embrionarias, es necesario hacer una ablación de la masa celular interna
del blastocisto, que lesiona irreparablemente al embrión humano, interrumpiendo
su desarrollo. Este empleo “terapéutico” de las células madre embrionarias se
presenta, como el proyecto que quiere detenerse antes de la implantación en el
útero o, en todo caso, antes del nacimiento, para producir células y tejidos a
partir de embriones humanos clonados, o producidos en gran numero en la
fecundación in vitro, o producidos a propósito para este objetivo; es decir, de
seres humanos de los que se prevé la interrupción del desarrollo para poderlos
utilizar como fuente de precioso material biológico para reparar tejidos u
órganos degenerados en un individuo adulto. La pregunta es ¿por qué no usar las
células madre adultas? En el embrión las células madre parece que son más
abundantes, más versátiles y se reproducen más fácilmente. La obtención
comporta sin embargo, la muerte del embrión.
El embrión
es un hombre a pleno titulo, con una identidad personal propia desde la
concepción y no es lícito programar su nacimiento como un “deposito de piezas
de recambio”. Esta visión antropológica del cuerpo humano, pensado como una
maquina compuesta de piezas, es la causa inconsciente pero real de una posición
así.
El cuerpo
humano es una dimensión constitutiva de la dignidad y de la identidad personal,
forma parte de la subjetividad, y no es lícito usarlo como medio objetivo. Como
individuo humano, el embrión tiene derecho a su propia vida. Cualquier
intervención que no sea a su favor viola este derecho.
El valor
de la vida humana, fuente de la igualdad entre los hombres, hace ilegitimo un
empleo puramente instrumental de la existencia de un clon nuestro, llamado a la
vida para ser usado solo como material biológico. La clonación humana con fines
terapéuticos a partir de células madre embrionarias que implique la
instrumentalización y destrucción del embrión contradiría el valor absoluto d
la persona y su total indisponibilidad. Además, frecuentemente, esta finalidad
humanística no es tal, y la lógica que gobierna este proyecto está ligada al
mercado biotecnológico y a fuertes intereses
económico-industriales basados en la conquista de una primacia
tecnológica. Si la tarea de la medicina es curar al enfermo, ¿cómo podrá transformarse
en instrumento de muerte sin renegar de sí misma?
No hay comentarios:
Publicar un comentario