martes, 29 de julio de 2014

LA CONCIENCIA


Todos los hombres juzgan al actuar, si lo que hacen esta bien o mal. Este conocimiento intelectual de nuestros propios actos es la conciencia.

Se puede decir que es la misma inteligencia cuando juzga la moralidad de una acción.
La base de ese juicio son los principios morales innatos a la naturaleza humana.

NATURALEZA DE LA CONCIENCIA

En Moral, la conciencia es la misma inteligencia que hace un juicio práctico sobre la bondad o maldad de un acto.

a)      Juicio: por la conciencia juzgamos acerca de la moralidad de nuestros actos
b)      Practico: aplica en la practica lo que la ley dice
c)      Sobre la moralidad de un acto: es lo que la distingue de la conciencia psicológica; le es propio juzgar si una acción es buena, mala o indiferente.

Este juicio de la conciencia es la norma próxima e inmediata de nuestras acciones, porque ninguna norma objetiva (la ley) puede ser regla de un acto si no es a través de la aplicación que cada sujeto hace de ella al actuar.

El acto de la conciencia puede intervenir de una doble forma:

a)      Antes de la acción nos hace ver su naturaleza moral y en consecuencia la permite, la ordena o la prohíbe.
b)      Después de la acción el juicio de la conciencia aprueba el acto bueno llenándonos de tranquilidad, o lo reprueba si fue malo con el remordimiento.

Cuando la conciencia actúa después de la acción no influye en su moralidad. Si se diera el caso de que solo después de realizado un acto el hombre se diera cuenta de su inmoralidad, no habría cometido pecado formal, a menos que hubiera habido ignorancia culpable, sería una acción materialmente mala, pero no imputable.


REGLAS FUNDAMENTALES DE LA CONCIENCIA

a)      Nunca es lícito actuar en contra de la propia conciencia, ya que es eco de la voz de Dios y norma próxima de la moralidad de nuestros actos.

b)      Actuar con duda es pecado, por lo que es necesario salir antes de la duda. De otro modo el sujeto se expone a cometer voluntariamente un pecado.

c)      Hay obligación de formar la conciencia, ya que si la conciencia se equivoca al juzgar los actos por descuidos voluntarios y culpables, el agente es responsable de ese error.

La conciencia no crea la norma moral, sólo la aplica.




DIVISION DE LA CONCIENCIA

a)      Por razón del objeto

-          verdadera: juzga la acción  en conformidad con los principios objetivos de la moralidad
-          errónea: juzga la acción en desacuerdo con ellos

b)     Por razón del modo de juzgar

-          recta: juzga con fundamento y prudencia
-          falsa: juzga sin base ni prudencia. Puede ser relajada, estrecha, escrupulosa, perpleja

c)      Por razón de la firmeza del juicio

-          cierta: juzga sin temor de errar
-          dudosa: juzga con temor de errar o ni siquiera se atreve a juzgar

Conciencia verdadera o errónea

La conciencia verdadera es aquella que juzga en conformidad con los principios objetivos de la moral, aplicados correctamente al acto.
La conciencia errónea es la que juzga en desacuerdo con la verdad objetiva de las cosas.

La verdad es la adecuación del entendimiento a la realidad de las cosas. Cuando falta esa adecuación se produce el error.

La conciencia errónea puede serlo vencible o invenciblemente; en el primer caso la conciencia juzga mal por descuido o negligencia en informarse, y en el segundo no es posible dejar el error porque no se conoce o porque se hizo lo posible por salir de el sin conseguirlo.

Principios:

1)      Es necesario actuar siempre con conciencia verdadera, ya que la rectitud de nuestros actos consiste en su conformidad con la ley moral.
2)      No es pecado actuar con una conciencia invenciblemente errónea porque la conciencia es la norma próxima al actuar y en este caso no se esta en el error culpablemente.
3)      Es pecado actuar con conciencia venciblemente errónea pues en este caso hay culpabilidad personal.

Conciencia recta y falsa

La conciencia es recta cuando juzga de la bondad o malicia de un acto con fundamento y prudencia. La conciencia falsa juzga con ligereza y sin fundamento serio.

No debe confundirse la conciencia recta con la verdadera. Un sujeto actúa con conciencia recta cuando ha puesto empeño en acertar, independientemente de que acierte (conciencia verdadera) o se equivoque (conciencia errónea).
La conciencia falsa puede ser:

a)      Conciencia relajada: la que por superficialidad y sin razones  serias, niega o disminuye el pecado donde lo hay. Son causas que conducen el alma a esa laxitud: la sensualidad en sus múltiples  aspectos, el ambiente frívolo y superficial, el apegamiento a las cosas materiales, el descuido de la piedad personal.
b)      Conciencia escrupulosa: es una exageración de la conciencia, que sin motivo, llega a ver pecado en todo o casi todo lo que hace. Se manifiesta en una continua inquietud por el temor de pecar y en la duda sobre la validez de las confesiones pasadas.
c)      Conciencia perpleja: la que ve pecado tanto en el hacer una cosa como en el no hacerla.

Conciencia cierta y dudosa

La conciencia cierta es la que juzga de la bondad o malicia de un acto con firmeza y sin temor de errar.

La conciencia dudosa es la que no sabe que pensar sobre la moralidad de un acto; su vacilación le impide emitir un juicio. Propiamente hablando no es verdadera conciencia porque se abstiene de emitir un juicio; es mas bien un estado de la mente.

La duda es el estado en que el intelecto fluctúa entre la afirmación y la negación de una determinada proposición, sin inclinarse más a un  extremo de la alternativa que al otro.  La duda puede ser:
a)      Negativa: cuando se apoya en motivos nimios y poco serios
b)      Positiva: hay razones serias para dudar pero no suficientes para quitar el temor a equivocarse.

Los principios morales sobre la conciencia dudosa son:

a)      Las dudas negativas deben despreciarse, porque  de lo contrario se haría imposible la tranquilidad interior, llenándose continuamente el alma de inquietud.
b)      No es lícito actuar con duda positiva, pues se aceptaría la posibilidad de pecar. En este caso caben dos soluciones: elegir la parte mas segura, que es la favorable a la ley no haciendo falta ninguna consulta para salir de la duda o llegar a una certeza práctica por el estudio diligente del asunto, la consulta  alosa que mas saben, etc.

LA FORMACION DE LA CONCIENCIA

La conciencia es susceptible de un mejoramiento continuo, que esta en proporción al progreso de la inteligencia. Si esta puede progresar en el conocimiento de la verdad, también pueden ser más rectos los juicios morales que realice. Este juicio moral que realiza la inteligencia se tiene que adecuar al progresivo desarrollo del acto humano, lo que hace que la conciencia se vaya formando de esa misma manera progresiva.

Comienza con la niñez al despertar el uso de razón; continua en la madurez, cuando el hombre afirma sus responsabilidades ante Dios, ante si mismo y los demás.
Es necesario que el hombre se vaya haciendo capaz de emitir juicios morales verdaderos y ciertos: es decir, ha de adquirir mediante la formación una conciencia verdadera y cierta.

Para tener conciencia verdadera y cierta necesitamos la formación: un conocimiento cabal y profundo de la ley –seguridad objetiva-, que nos permite luego aplicarla correctamente – seguridad subjetiva.

A esto se dirige la formación de la conciencia que no es sino una sencilla y humilde apertura a la verdad.

Algunos medios que nos ayudan a formar la conciencia:
-          Estudio de la ley moral, considerándola camino que conduce a Dios.
-          Habito cada día mas firme de reflexionar antes de actuar
-          Deseo serio de buscar a Dios a través de la oración y de los sacramentos
-          Plena sinceridad ante nosotros mismos, ante Dios y ante quienes dirigen nuestra alma.
-          Petición de ayuda y de consejo a quines tienen virtud y conocimiento, gracia de Dios para impulsar a los demás.





EJERCICIOS

1.      Explicar diferencia entre conciencia y ley natural

2.      Indicar el error de la siguiente frase: “la conciencia es mudable según la época histórica.

3.      Poner ejemplos de conciencia verdadera, errónea, relajada, escrupulosa y perpleja.

4.      Explicar como se manifestó la conciencia en los siguientes casos

a)      Adán y Eva después del pecado original
b)      Caín después de la muerte de Abel
c)      Los hermanos de José después de venderlo
d)     David ante la reprensión de Natán

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