La sociedad
civil es un ámbito de sociabilidad más amplio que la familia. Sobre la sociedad
civil se edifica la comunidad política, sin embargo esta última no ocupa todo
el espacio de la misma. La concepción política que establece una radical
separación entre el individuo y el Estado es errónea. Una sociedad humana es el
verdadero ámbito de la libertad cuando la sociedad civil se mantiene como algo
vivo, diferenciado, rico.
Las instituciones sociales
La
intervención del estado en casi todos los aspectos de la vida humana ha hecho
ver la necesidad de concretar un principio clásico en la doctrina social: que
el hombre es antes que la sociedad y que la sociedad es antes que el estado.
Esto se traduce en la necesidad que las personas den origen libremente a
instituciones nacidas a partir de un derecho humano fundamental: el de reunión
y asociación. Esas instituciones sociales son denominadas sociedades
intermedias porque se colocan entre el individuo y el Estado, ocupando el
terreno de la sociedad civil.
En el ámbito
económico son bien conocidas, de un lado las empresas y las distintas
asociaciones de empresarios; de otro lado las asociaciones profesionales y los
sindicatos. El ámbito de esas instituciones es mucho más amplio: beneficencia,
deporte, tiempo libre, aficiones. Cualquier tarea social puede ser origen de
estas instituciones.
La funciones que pueden realizar
las instituciones sociales son diversas:
a)
Vertebrar la sociabilidad natural de la persona.
b)
Aumentar los lazos de solidaridad.
c)
Acrecentar el sentido de responsabilidad social.
d)
Ensanchar la experiencia personal gracias al contacto
frecuente con personas que están en la misma situación.
e)
Servir como barreras concretas ante las tendencias monopolistas
de intereses privados o públicos.
Los Sindicatos
En su origen son sociedades
intermedias, asociaciones de trabajadores unidos para defender sus derechos.
Históricamente la primera función del sindicato fue la de oponerse a los abusos
individualistas del capitalismo gracias a la presión de los sindicatos en
muchos países el Estado dejo de ser un simple espectador de la vida económica u
social para convertirse en autor de una legislación laboral que mejora la
suerte de los trabajadores.
Por circunstancias
históricas han estado o están ligados a veces a determinados partidos
políticos. En algunos países han evolucionado hacia agrupaciones completamente
independientes de los partidos políticos.
Puntos claves de la doctrina
social de la Iglesia sobre los sindicatos son:
a)
Libertad de sindicación por parte del trabajador.
b)
Conveniencia de un pluralismo sindical.
c)
Independencia del sindicato respecto a los partidos
políticos.
d)
Licitud de la huelga en sus justos límites y como
medida de legítima defensa.
e)
Visión del sindicato no como instrumento de lucha
contra los demás sino de lucha a favor de la solidaridad y en defensa de los
legítimos intereses y derechos de los trabajadores.
f)
Rechazo del sindicato como corporativismo o defensa de
un egoísmo de clase.
Las minorías étnicas
Se llama etnia
a un grupo humano unido por una propia cultura la cual supone a veces una única
lengua y una misma religión. La formación de las distintas etnias es histórica
y en ella han influido circunstancias geográficas, como la propia peculiaridad
cultural. Las etnias han convivido durante siglos en diversos tipos de
ordenamientos políticos. Actualmente los estados están compuestos por lo
general, de distintas etnias ya mezcladas entre sí, que se reconocen formando
parte de una sola nación. Sin embargo en algunos estados conviven varias etnias
que siguen aspirando a una propia independencia.
Una etnia se caracteriza en
ocasiones por su nacionalismo. En su
forma extrema es un aprecio por la propia etnia que lleva al desprecio de las
demás. El nacionalismo lícito tendría como nombre más apropiado patriotismo. El
nacionalismo es especialmente virulento cuando se trata de una etnia que se
siente marginada, en ese caso va unido a un sentimiento de la propia
independencia que puede llegar a declarar la guerra al Estado en la que esa
etnia está inserta. Ese es el caso de ETA en España; del IRA en Irlanda; y en
otro sentido de los conflictos que oponen en Medio Oriente a musulmanes e
israelitas.
El nacionalismo político ha
estado en algunos períodos históricos ligado a la religión. La doctrina de la
Iglesia reconoce que “una misma fe cristiana puede conducir a compromisos
diferentes” en campo político (Octogesima adeveniens, 50).
Es frecuente hoy que las etnias
distintas de la mayoritaria no planteen conflictos armados ya que han aceptado
vivir en un mismo Estado. Es comprensible y justo que deseen que se respete su
cultura y sus tradiciones por lo general las etnias minoritarias en el seno de
un Estado están en desventaja (por ejemplo los gitanos en numerosos países de
Europa). La justicia distributiva debe llevar al hecho que de ser miembro de
una minoría étnica no supongo discriminación de ningún tipo.
En cuanto al papel del Estado:
“los gobernantes deben promover con eficacia los valores humanos de dichas
minorías especialmente en lo tocante a su lengua, cultura, tradiciones,
recursos e iniciativas económicas” (Pacem in terris, 97). Sin embargo el
problema rebasa casi siempre el ámbito político y alcanza el del comportamiento
personal. Es necesaria una labor de educación y de información para que la
población mayoritaria deponga los prejuicios en el trato con las minorías
étnicas. Especial interés reviste la integración escolar de modo que la
población infantil o juvenil procedente de las minoría étnicas tengan igualdad
de oportunidades u el mismo trato.
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