lunes, 28 de julio de 2014

ABORTO: GUERRA A LA HUMANIDAD, GENOCIDIO DIARIO E IMPUNE

Desde las Naciones Unidas ha empezado años atrás una guerra contra la humanidad. Los grandes países después de comprometerse a luchar por la vigencia de los derechos humanos en documentos como la Declaración Universal de los derechos humanos, se han volcado a buscar eliminar la vida humana, de la manera más cobarde e inhumana, matando a las personas por nacer.

La matanza debe tener el apoyo de la ley, por lo tanto la instrucción es que todos los países deben cambiar sus legislaciones, sus costumbres y jurisprudencias, permitiendo que la muerte de las personas por nacer sea legal; especialmente se debe despenalizar el aborto, para lo cual hay que convencer que la vida humana no empieza desde la concepción, que el embrión o el feto no son personas, por no tener vida propia, y que la madre puede disponer del derecho humano a matar supuestamente por el derecho humano a “elegir que hacer con el propio cuerpo”.

El segundo paso es hacer que este pensamiento y acción se globalice. Hacer conferencias internacionales, comprar votos de delegados, con halagos, propuestas económicas y dinero en efectivo. Exigir a los gobiernos de los distintos países poner en vigencia posproyectos presionándolos a través de la amenaza de no otorgamiento de créditos o diciéndoles que si no hacen la reformas legales no recibirán apoyo y ayuda.

Seguro dicen: “Nuestro único y mas difícil problema es la Iglesia, algunos moralistas y otros fanáticos religiosos, como el Papa Juan Pablo II, que permanentemente nos denuncian y ponen en peligro nuestra intención de “mejorar la humanidad” y disfrutar de la vida con absoluta libertad”.

También pensaran: “los pobres son la mayoría absoluta y son demasiados, la pobreza avanza cada vez mas, no tienen ningún derecho a vivir, no viven una vida digna, una vida no es digna sin calidad de vida, no se para que tienen hijos…para que ayudarles en invertir en educación, salud, en mejorar sus tecnologías y producción…Mejor les damos un desarrollo a medias, les damos programas de salud reproductiva, leyes de derechos sexuales, sin importar los derechos de la familia, ni del niño, lo importante es garantizar que los niños no nazcan (aunque ya estén vivos), y que nadie se moleste por este atentado, que antes sí eran derechos naturales y estaban protegidos por los tratados y declaraciones universales”.

“Ojo con los creyentes de las diferentes religiones, especialmente los que profesan auténticamente su fe, pueden representar un obstáculo grande, por ello debemos desacreditar la religión como algo pernicioso para la humanidad. Ellos tienen su Dios a quien no queremos conocer. Podemos engañar a todos esos tibios cristianos y de otras religiones, que no están bien preparados y no entienden lo que esta pasando, para que cuando se den cuenta ya nos comimos sus conciencias y el mundo será solo para nosotros los supremos y privilegiados que si merecemos la tierra, porque el cielo no nos interesa, eso es cosa de gente ignorante y atrasada que no merece vivir, ni siquiera nacer en este mundo.

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