miércoles, 13 de agosto de 2014

LOS ACTOS HUMANOS

DEFINICION

Son aquellos que proceden de la voluntad deliberada del hombre, esto es, los que realiza con conocimiento y libre voluntad (cfr. S. Th., I-II, q. 1, a. 1, c). Intervienen el entendimiento, por el cual el hombre conoce el objeto y la voluntad que hace que tienda hacia el o lo rechace.

Solo en este caso el hombre es dueño de sus actos y responsable de ellos. Solo en los actos humanos puede darse valoración moral.


No todos los actos del hombre son humanos. Pueden ser también:
a)      meramente naturales: proceden de los sistemas vegetativos y sensitivos, sobre los que el hombre no tiene control voluntario (la circulación de la sangre, la respiración, la percepción, las sensaciones, etc.)
b)      actos del hombre: proceden del hombre pero faltan la advertencia (locos, niños pequeños, distracción total), la voluntariedad (por coacción física) o ambas (en el que duerme).

DIVISION

Por su relación  con la moralidad:

a)      bueno o licito: si esta conforme con la ley moral (dar limosna)
b)      malo o ilícito: si es contrario a la ley moral (mentir)
c)      indiferente: no es contrario ni conforme a la ley moral (caminar)

En razón de las facultades que lo perfeccionan:

a)      interno: realizado a través de las facultades internas del hombre, entendimiento, memoria, imaginación (recuerdo de una acción pasada, deseo de algo futuro)
b)      externo: intervienen los órganos y sentidos del cuerpo (comer o leer)

ELEMENTOS

La Advertencia

Por ella el hombre percibe la acción que va a realizar o que esta realizando. Puede ser plena o semiplena, según se advierta la acción con perfección o imperfectamente.
No basta que el acto sea advertido para que pueda ser imputado moralmente; es necesaria la advertencia de la relación que tiene el acto con la moralidad. La advertencia ha de ser doble, del acto en sí y de la moralidad del acto.

El Consentimiento

Lleva al hombre a querer realizar ese acto previamente conocido buscando un fin. Según Santo Tomas, acto voluntario o consentido es “el que procede de un principio intrínseco con conocimiento del fin” (S. TH., I-II, q. 6, a. 1).
El acto voluntario puede ser perfecto o imperfecto y directo o indirecto.


ACTO VOLUNTARIO INDIRECTO

Se da cuando al realizar una acción, además del efecto que se persigue de modo directo, se sigue otro adicional, que se tolera por venir unido al primero.

Es un acto del que se sigue un efecto bueno y otro malo, por lo que se le llama voluntario de doble efecto. No es un acto con doble fin, sino un acto del que se siguen dos efectos.

Para que sea lícito realizar una acción de la que siguen dos efectos, uno bueno (voluntario directo) y otro malo (voluntario indirecto), es necesario determinadas condiciones:

a)      Que la acción sea buena en si misma, o al menos indiferente. Nunca es lícito realizar acciones malas; no se puede hacer el mal para obtener un bien.
b)      Que el efecto inmediato o primero que se produce sea el bueno, y el malo sea solo su consecuencia necesaria.
c)      Que uno se proponga el fin bueno y no el malo que solamente se permite.
d)     Que haya un motivo proporcionado para permitir el efecto malo.

OBSTACULOS AL ACTO HUMANO

Obstáculos por parte del conocimiento: La ignorancia

a)      Noción: se entiende por ignorancia la falta de conocimiento de una obligación. En Teología Moral se define como la falta de la debida ciencia moral en un sujeto capaz; ausencia de un conocimiento moral que se podría y debería tener.

Debe distinguirse de:
-          Nesciencia o falta de conocimientos no obligatorios
-          Inadvertencia o falta de atención actual a una cosa que se conoce habitualmente
-          Olvido o privación (actual o habitual) de un conocimiento que se tuvo anteriormente
-          Error o juicio equivocado sobre la verdad de una cosa

b)      División:

Ignorancia vencible: aquella que se podría y debería superar si se pusiera un esfuerzo razonable. Puede ser a su vez:
-          simplemente vencible, si se puso algún esfuerzo para vencerla pero insuficiente
-          crasa o supina, si no se hizo nada por salir de ella; nace de un grave descuido en aprender las principales verdades de la fe y de la moral
-          afectada, cuando no se quiere hacer nada para superarla, con objeto de pecar con mayor libertad (ignorancia voluntaria).

Ignorancia invencible: aquella que no puede ser superada por el sujeto, porque no la advierte o porque ha intentado en vano salir de ella. En ocasiones puede equipararse al olvido o la inadvertencia. Se da sobre todo en gente sin información

c)      Principios morales:

-          La ignorancia invencible quita toda responsabilidad ante Dios, ya que es involuntaria y por tanto inculpable
-          La ignorancia vencible es siempre culpable, en mayor o menor grado según la negligencia en averiguar la verdad. Puede ser pecado mortal si nace de descuidos graves.
-          La ignorancia afectada, lejos de disminuir la responsabilidad, la aumenta, por la mayor malicia que supone.

d)     Deber de conocer la ley moral:

Existe el deber de conocer la ley moral, para ir adecuando a ella nuestras acciones. Ese conocimiento no debe limitarse a la niñez o juventud, sino que ha de desarrollarse a lo largo de la vida, haciendo especial referencia al trabajo que cada uno desarrolla en la sociedad. De aquí deriva el concepto de moral profesional.

Obstáculos por parte de la voluntad

a)      El miedo: vacilación del animo ante un mal presente o futuro que nos amenaza e influye en la voluntad del que actúa.
El miedo no destruye el acto voluntario; no es razón suficiente para cometer un acto malo. Si a pesar del miedo el sujeto realiza la acción buena, el mayor el valor moral de esa acción.
A veces el miedo puede excusar del cumplimiento de leyes positivas (leyes puramente eclesiásticas) que mandan practicar un acto bueno, si causan gran incomodidad (por ejemplo una esposa que para evitar un conflicto familiar serio deja de ir a misa).

b)      Las pasiones: son movimientos del apetito sensitivo que buscan el bien sensible o intentan huir del dolor (ira, odio, placer, etc.). son en si mismas indiferentes, pero se convierten en buenas o malas según el objeto al que tiendan. Deben ser dirigidas por la razón y regidas por la voluntad, para que no conduzcan al mal.
Cuando surge un movimiento pasional que nos inclina al mal, la voluntad puede actuar de dos formas:
-          negativamente, no aceptándolo ni rechazándolo;
-          positivamente, aceptándolo o rechazándolo con un acto formal.
Para luchar eficazmente contra las pasiones desordenadas es necesario rechazarlas formalmente llevando el ánimo a otra cosa.
El naturalismo es la falsa doctrina que propugna no poner trabas a las pasiones humanas bajo pretextos pseudo psicológicos (traumas). La recta razón iluminada y fortalecida por la gracia, ha de someter y regir esos movimientos en el hombre.

c)      La violencia: es el impulso de un factor exterior que nos lleva a actuar en contra de nuestra voluntad. El factor exterior puede ser físico o moral, que da lugar a la violencia física o moral.
La violencia absoluta física se da cuando la persona violentada ha opuesto toda la resistencia posible sin poder vencerla, destruye la voluntariedad, con tal de que se resista interiormente para no consentir el mal.
La violencia moral nunca destruye la voluntariedad, pues bajo ella el hombre permanece en todo momento dueño de su libertad.
La violencia física relativa disminuye la voluntariedad en proporción a la resistencia que se opuso.

d)  Los hábitos: se definen como una firme y constante tendencia a actuar de una determinada forma. Pueden ser buenos y los llamamos virtudes, o malos que constituyen los vicios.

LA MORALIDAD DEL ACTO HUMANO

En el juicio sobre la bondad o maldad de un acto, es preciso considerar:

a)      el objeto del acto en si mismo
b)      las circunstancias que lo rodean
c)      la finalidad que el sujeto se propone con el acto

El objeto

Es la acción misma del sujeto tomada bajo su consideración moral. La moralidad de un acto depende principalmente del objeto; si el objeto es malo el acto será necesariamente malo; si el objeto es bueno, el acto será bueno si lo son las circunstancias y la finalidad.

Si el acto en si mismo no tiene moralidad alguna (por ejemplo pasear), la recibe de la finalidad que se intente o de las circunstancias que lo acompañan.
La Teología Moral enseña que pueden darse objetos morales indiferentes pero no existen actos indiferentes. Toda acción o es buena o es mala.

Las circunstancias

a)      Noción

Son factores o modificaciones que afectan  al acto humano. Se pueden considerar en concreto las siguientes (cfr. S. Th., I-II, q. 7, a. 3):
-          quién realiza la acción;
-          qué cosa: designa la calidad de un objeto o su cantidad;
-          dónde: lugar en que se realiza la acción;
-          con qué medios se realizó la acción;
-          el modo cómo se realizó el acto
-          cuándo se realizo la acción; el tiempo influye en ocasiones en la moralidad

b)     Influjo de las circunstancias en la moralidad

Hay circunstancias que atenúan la moralidad del acto, otras que la agravan y las que añaden otras connotaciones morales a ese acto.

-          Circunstancias que añaden connotación moral al pecado, haciendo que en un solo acto se cometan dos o mas pecados específicamente distintos (el que roba un cáliz bendecido, comete hurto y sacrilegio). La circunstancia que añade nueva connotación moral es la “qué cosa”.
-          Circunstancias que cambian la especie teológica del pecado haciendo que un pecado pase de mortal a venial o al contrario
-          Circunstancias que agravan o disminuyen el pecado, sin cambiar su especie

c)      La finalidad

Es la intención que tiene el hombre al realizar un acto y puede coincidir o no con el objeto de la acción.

En relación a la moralidad, el fin del que actúa puede influir de modos diversos:

-          si el fin es bueno, agrega al acto bueno una nueva bondad (por ejemplo oír Misa-objeto bueno- en reparación por los pecados –fin bueno-)
-          si el fin es malo, vicia por completo la bondad de un acto (ir a Misa –objeto bueno- solo para contemplar con malos deseos a una mujer –fin malo-)
-          cuando el acto es de suyo indiferente, el fin lo convierte en bueno o en malo (por ejemplo pasear frente aun banco –objeto indiferente- para preparar un robo –fin malo-)
-          si el fin es malo, agrega una nueva malicia a un acto de suyo malo )por ejemplo robar –objeto malo- para embriagarse –fin malo-)
-          el fin bueno del que actúa, nunca puede convertir en buena una acción de suyo mala (no se puede jurar en falso – objeto malo- para salvar a un inocente –fin bueno- o dar muerte a alguien para librarlo de sus dolores)

d)   Determinación de la moralidad del acto humano

El principio básico para juzgar la moralidad es el siguiente:

Para que una acción sea buena, es necesario que lo sean sus tres elementos: objeto bueno, fin bueno y circunstancias buenas; para que el acto sea malo, basta que lo sea cualquiera de sus elementos. Dice Santo Tomas: “el bien nace de la rectitud moral; el mal nace de un solo defecto”.

e)   La ilicitud de obrar solo por placer

Para que los actos humanos tengan rectitud moral deben estar ordenados a Dios, fin ultimo del hombre, y por tanto deben ofrecerse a Dios, al menos de manera implícita. Si se excluyera de forma expresa la intención de agradar a Dios, se perdería esta orientación a Dios. Quien actúa solo por el placer que una acción honesta lleva consigo, sin advertir que en ella debe amar a Dios, objetivamente comete una falta, pero no peca de hecho ya que se trato de algo inadvertido. El cristiano debe procurar que este modo de vivir –de espaldas a Dios- sea cada vez menos frecuente, y aprender a comportarse con alegría espiritual y dando gracias a Dios por los gozos ordinarios (amistad, familia, deporte, alimentos, etc.).


LA LIBERTAD Y EL DEBER

Aunque hay actos voluntarios que no son libres, el acto voluntario se confunde con el acto libre.

La existencia de la libertad no se explica sin la inteligencia, ya que actuar libremente implica una deliberación, un juicio, una valoración.

Algunos autores piensan que el hombre no es realmente libre. Para ellos el hombre actúa movido por la necesidad y lo que llamamos libertad no seria otra cosa que el reconocimiento de esa necesidad.

Una vez adoptado este esquema, no cabe hablar de un deber moral. Todo lo que físicamente se puede hacer es moral, porque es necesario. En nombre de la libertad entendida como inteligencia de la necesidad se pueden legitimar cualquier sistema totalitario y cualquier violación de los derechos humanos.

En la practica, sin embargo, la libertad y la responsabilidad personal son realidades reconocidas por todos; y coinciden casi todos en que de la dignidad de la persona cabe destacar su carácter libre: el reconocimiento de que el hombre debe tender al bien por si mismo y no forzado por la necesidad.

La libertad esta limitada por el deber o la exigencia de cumplir los mandamientos de Dios – nuestro Creador, nuestro dueño y nuestro ultimo fin- y también por el deber o exigencia de no quebrar los derechos del prójimo, al que Dios ha concedido ciertos bienes que debemos respetar.





EJERCICIOS

1.      Enunciar ejemplos de actos meramente naturales, de actos humanos y de actos del hombre.

2.      Analizar la moralidad de los siguientes casos, de acuerdo a las cuatro reglas del acto voluntario indirecto:

a)      Matar al niño en el seno materno para salvar la vida de la madre.
b)      Disparar un arma para defender la vida antes un agresor.
c)      Leer un libro que contiene errores contra la fe, para hacer un trabajo.
d)     Alquilar una casa sabiendo que los inquilinos la usaran para fines inconvenientes.
e)      Vender videos para obtener ingresos sin preocuparse de la moralidad de las películas.

3.      Diferencia entre inadvertencia e ignorancia.

4.      Juzgar la moralidad de los siguientes casos:

a)                              El medico que perjudica a su paciente por no tener suficientes conocimientos
b)                              El hombre sin formación que no vive todas las consecuencias de la justicia
c)      El cristiano recién convertido del paganismo que, amenazado de muerte, adora al César como Dios.
d)     El universitario católico que ignora los mandamientos de la Iglesia y por eso no los cumple.
e)      El demente que asesina al medico que lo trata.

5.      Determinar el objeto, el fin y las circunstancias de las siguientes acciones, dando un diagnostico de su moralidad:

a)      Quitar la vida al ladrón armado que entra de noche a robar.
b)      Trabajar en domingo, sin grave necesidad, para tener un poco mas de ingresos
c)      Actuar solo para ser alabado por el jefe.
d)     Leer una novela en la parte esencial de la misa.

6.      Poner ejemplos haciendo las siguientes combinaciones:

a)                              objeto bueno – fin bueno – circunstancias buenas
b)                              objeto bueno – fin bueno – circunstancias malas
c)                              objeto bueno – fin malo – circunstancias malas
d)                             objeto malo – fin bueno – circunstancias buenas

e)                              objeto malo – fin malo – circunstancias malas

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