En los últimos años
y particularmente a partir de la IV Conferencia Mundial de las UN sobre la Mujer, realizada en
septiembre de 1995 en Pekín, ha empezado a introducirse una interpretación
distorsionada de la palabra “genero” que todos conocíamos desde niños como
referida a seres masculinos y femeninos y, en lo que atañe a la especie humana,
expresaba la diferencia y complementariedad de varones y mujeres.
La nueva
interpretación del genero, también llamada “perspectiva de genero”, pretende
hacer salir de nuestro pensamiento esta estructura bipolar para sostener, que
todos estamos en libertad de elegir a que tipo de genero queremos pertenecer,
todos igualmente validos. Según esta ideología, hombres y mujeres heterosexuales, homosexuales,
lesbianas y bisexuales, simplemente desempeñan un comportamiento sexual
producto de su elección personal, libertad que todos deben respetar y aceptar.
Los seres humanos nacerían sexualmente neutrales y la socialización los
“construiría” como varones o mujeres, afectando a la mujer negativa e
injustamente. De ahí la propuesta de eliminar de los textos escolares y medios
de comunicación toda imagen estereotipo que pueda orientar a lo que llama
trabajos “sexo-específicos”.